Impacto de hiper desindustrialización macrista abordada desde el consumo de gas por parte de la industria textil de la República Argentina. Si bien este usuario es un importante consumidor de electricidad, el uso de gas natural está asociado a la mejora en la calidad de los productos, así como en el aumento de la productividad.
Diario La Nación, 25 de agosto de 2007. Una de las aristas de la zoncera de la "crisis energética" heredada pasaba por una supuesta caída en el consumo de energía por parte de la industria, consecuencia del desabastecimiento y la falta de planificación kirchnerista. Como se aprecia del gráfico, nada más falso. Ahora, el diagnóstico de "crisis energética" brilla por su ausencia a pesar de las brutales caídas en el consumo. Claro, cortes no hay a la industria -por ahora-, pues la industria está en proceso acelerado de extinción. Como sea, no hay de qué preocuparse, pues el gas que dejó de consumir la industria textil ya lo consume la industria chilena y sus plantas de generación térmicas.
El consumo de gas a nivel nacional para este sector cayó 13% entre 2018 y 2017. Respecto de 2015, la caída fue del 28%. En contexto histórico, el consumo del presente período llega a niveles de 1996, esto es, veintitrés años atrás.
Fuente: Elaboración propia en base a ENARGAS, Datos Operativos. En 2018, la industria textil dejó vacantes 11,5 millones de m3 respecto de 2017, mientras que 29,6 millones sobre 2015.
Al primer trimestre de 2019, la caída no detiene su marcha: el desplome interanual es del 16%, mientras que en comparación con 2015, mismo período, el consumo fue 40% más bajo. Los volúmenes en 2019 son prácticamente similares a los de 1995 (y los de 1996).
Fuente: Elaboración propia en base a ENARGAS, Datos Operativos. En 2019, primer trimestre, la industria textil redujo su consumo en relación a 2015, igual período, en 10,7 millones de m3.
Una de las aristas de la zoncera de la "crisis energética" heredada pasaba por una supuesta caída en el consumo de energía por parte de la industria, consecuencia del desabastecimiento y la falta de planificación kirchnerista. Como se aprecia del gráfico, nada más falso. Ahora, el diagnóstico de "crisis energética" brilla por su ausencia a pesar de las brutales caídas en el consumo. Claro, cortes no hay a la industria -por ahora-, pues la industria está en proceso acelerado de extinción. (1)
Como sea, no hay de qué preocuparse, pues el gas que dejó de consumir la industria textil ya lo consume la industria chilena y sus plantas de generación térmicas.
(1) En 2018, se desconectaron de la red 846 usuarios industriales a nivel nacional. Es la mayor pérdida desde 1999. Asimismo, el trienio 2016-2018 dejó como saldo la pérdida de 1.127 usuarios industriales, el peor registro desde 1998-2000.
