El trabajo se realiza en Garruchos, Garabí, Liebig, Santo Tomé y Gobernador Virasoro donde está en marcha un plan de monitoreo y donde se avanzará conde vacunación antiamarílica.
El Ministerio de Salud Pública de la Provincia, a cargo de Ricardo Cardozo, se encuentra intensificando las acciones de vigilancia y alerta preventiva de Fiebre Amarilla en Garruchos, Garabí, Liebig, Santo Tomé y Gobernador Virasoro, ante la notificación de casos de la enfermedad en Brasil, cerca de la frontera con Misiones, Argentina.
En esas 5 localidades, la Dirección General de Epidemiología realiza un plan de monitoreo y posteriormente se definirá la población y se avanzará con la vacunación antiamarílica. El trabajo se extenderá de forma progresiva a las demás localidades de la costa del río Uruguay.
Se trata de una enfermedad infecciosa aguda de origen viral, que tiene una duración breve y gravedad variable. La infección puede progresar hacia la denominada etapa de intoxicación, con síntomas de insuficiencia hepato-renal, con hematemesis, melena y otras manifestaciones hemorrágicas.
Modo de transmisión: En la FAU, la transmisión se da por la picadura del mosquito Aedes aegypti (En las selvas de América del Sur, la FAS es transmitida por especies de mosquitos del género Haemagogus o Sabethes.). En diferentes regiones del África, otras especies de mosquitos son las responsables de la transmisión, desde monos infectados a humanos.
Vacuna contra la FIEBRE AMARILLA
La principal medida de prevención contra la fiebre amarilla es la vacunación. La vacuna es segura y accesible, y proporciona una inmunidad efectiva para toda la vida contra la enfermedad.
Vacunar a la población susceptible (sin vacunar) con edades comprendidas entre los 12 meses y los 59 años, 11 meses y 29 días de edad.
Garantizar la vacunación de trabajadores rurales, personal de parques nacionales, personal de salud, transportistas, fuerzas de seguridad y todo personal esencial ante la contingencia de un brote.
Personas que requieran viajar a áreas con riesgo de circulación viral, cuyo viaje resulte impostergable.
Viajeros a zonas con circulación de fiebre amarilla o a países que exijan la vacuna a los turistas argentinos como requisito de ingreso a su territorio.
La vacuna debe aplicarse preferentemente 10 días antes de la fecha de viaje y una sola dosis es suficiente para protegerse a lo largo de toda la vida.
A la fecha no ha sido evaluada la coadministración de vacunas contra la COVID-19 y vacuna contra la fiebre amarilla, por este motivo, se recomienda respetar un intervalo de 14 días para la administración de dichas vacunas.