El arzobispo Andrés Stanovnik y el obispo auxiliar Adolfo Larregain sentaron una fuerte postura en contra del aborto, en el marco de las celebraciones. En la Catedral, se habló de “una amenaza” para la humanidad. Hubo caravanas en distintos puntos del interior.
Las celebraciones por la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María se dividieron ayer entre Concepción del Yaguareté Corá y Capital. Los dos máximos referentes de la Iglesia Católica instaron a “cuidar toda vida”, ante el inicio del debate por el proyecto del aborto legal, seguro y gratuito en la Cámara de Diputados de la Nación.
Las oraciones y súplicas se replicaron en las diócesis de Santo Tomé y Goya. Además, la fecha coincidió con el cierre del Año Mariano Nacional -declarado por los obispos argentinos para celebrar los 400 años de la aparición de la Virgen del Valle- y el XXIV Encuentro del Pueblo de Dios.
El arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, presidió una de las misas centrales en la iglesia Catedral. En su homilía llamó a los creyentes a no prescindir de la voluntad de Dios para la forma de vida que eligen.
Al finalizar, se realizó una renovación de la consagración al corazón de la Inmaculada Virgen de Itatí. Antes de la oración principal, el padre, Ariel Weimann, se refirió a las intenciones del rezo: “De esta forma se expresa la inmensa valoración por la vida desde su concepción hasta su muerte natural, que tiene la sabiduría del pueblo correntino. La vida humana esta amenazada por un proyecto de legalización del aborto. Le suplicamos (a la Virgen) que en nuestro país se asegure el derecho a vivir y que sea respetado en nuestra legislación”.
Cierre del Encuentro del Pueblo de Dios
Al mismo tiempo (ambas misas fueron a las 11), el obispo auxiliar José Adolfo Larregain celebró otra ceremonia litúrgica en Concepción, a 183 kilómetros de la ciudad de Corrientes. Allí, estaba previsto un gran cierre del XXIV Encuentro del Pueblo de Dios por el bicentenario pastoral en conmemoración al primer bautismo de la localidad, pero la pandemia obligó a adaptar las actividades a la virtualidad.
Larregain llamó a estar atentos porque “el mal no descansa y no duerme”. “El mal siempre está actuando y está presente en la puerta de nuestro corazón. Depende de nosotros que lo dejemos pasar o no”, remarcó e hizo una comparación con el relato bíblico de la reacción del hombre presente en el Génesis. Antes del cierre, el sacerdote repitió la renovación de la consagración al corazón de la Patrona del pueblo. “Nuestra misión como creyentes es cuidar la vida hasta que Dios nos llame a la entrega”, expresó.
A las 16, un caravana de coches y automóviles recorrió las calles de Concepción encabezada por la imagen peregrina. La idea era acercar a los pobladores la oportunidad de saludar a la Virgen desde sus hogares.
