El equipo de Pastoral de Adicciones de Lomas de Zamora expresó preocupación sobre los riesgos del autocultivo de cannabis.
Ante la decisión del Gobierno Nacional de autorizar la distribución de aceite de Cannabis en las farmacias y el autocultivo de Cannabis con fines terapéuticos, la Pastoral de Adicciones de la diócesis de Lomas de Zamora expresó su preocupación sobre los riesgos del autocultivo “que la norma define como cultivo responsable”.
En ese sentido, advirtió también sobre “las dificultades con las que se encontrará la autoridad de aplicación de la ley” para verificar con eficiencia que el autocultivo de Cannabis, a lo largo y a lo ancho de la Argentina, sea sólo con fines terapéuticos debidamente acreditados, y no para ingresar el producido del mismo al mercado ilegal de estupefacientes.
Mediante el decreto 883/2020 del Poder Ejecutivo Nacional, que reglamenta la Ley 27 .350, el gobierno nacional autorizó el 12 de noviembre la distribución de aceite de Cannabis en las farmacias y el autocultivo de Cannabis con fines terapéuticos, asegurando “el acceso al aceite de Cannabis y sus derivados, y el cultivo controlado de la planta de Cannabis, para fines de tratamiento medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor”.
En un mensaje firmado por el delegado diocesano, presbítero Osvaldo Mouriño, la Pastoral de Adicciones considera necesario “manifestar, en primer lugar, que valora el desarrollo y provisión de todo medicamento -siempre que los organismos científicos y de salud garanticen su efectividad, seguridad y supervisen su administración- con la finalidad de curar o mejorar la calidad de vida y aliviar el dolor de las personas. Tal sería el caso del aceite medicinal de Cannabis, con indicaciones precisas y dosificación adecuada según criterio médico”.
Sin embargo “cree oportuno manifestar su preocupación y sobre los riesgos del autocultivo, que la norma define como cultivo responsable”.
Finalmente, “en virtud del esfuerzo permanente que realizan tantas instituciones, profesionales y voluntarios para paliar las dolorosas consecuencias que el tráfico y consumo de sustancias psicoactivas, provoca en la sociedad y las personas”, la Pastora “espera que la autoridad de aplicación, con la mayor responsabilidad que la situación exige, vele para que el fin específico que dio lugar a la citada legislación no se vea desvirtuado”.+