Según estimaciones realizadas del concurso de pesca celebrado durante la 46ª Fiesta Nacional del Surubí en la ciudad de Goya, con una duración de cinco días, ingresaron alrededor de 400 millones de pesos, de gran impacto para la economía local. Podría ser mayor si se considera el gasto en hotelería, gastronomía y entretenimiento.
«El balance es absolutamente positivo», destacaron autoridades municipales.
NÚMEROS DORADOS
A partir de una encuesta, se pudo saber que cada pescador tenía un gasto aproximado de 140.000 pesos entre inscripción, combustible, carnada y otros gastos.
Ese número se consideró a la par de otras cifras, como los 1.157 equipos inscriptos y los 3.457 pescadores, lo que arrojó un total de 400 millones de pesos. Cada pescador foráneo se estima que gastó alrededor de 32 mil pesos y un goyano aproximadamente 20 mil pesos.
A eso, debe sumarse los gastos de estadía en hoteles y casas particulares, de gastronomía, combustibles y otros de los miles de pescadores foráneos, visitantes, y turistas, lo que eleva la cifra en más de 500 millones de pesos.
Sin embargo, aclararon en diálogo con Radio Ciudad que todavía «no existe el cálculo final para saber estimativamente el total de dinero de lo que ingresó a la ciudad».
MULTITUD EN COSTA SURUBÍ
Se destacó también la puesta que hicieron empresarios y comerciantes en la Expo Goya, con propuestas interesantes que realzó la imagen de lo que se pudo ver en el predio.
El predio ferial sobre avenida Primeros Concejales, se colmó de personas. «Todavía no tenemos los números exactos, pero en los días picos -sábado y domingo-, pasaron por día casi 30 mil personas por el predio», comentaron. También que «comparando imágenes de 2022 y este año estaría al mismo nivel e inclusive un poquito más este año».
Pescadores, turistas y visitantes de distintos puntos del país y países vecinos se encontraron con motivo del mundial de pesca. «Esto que venimos planteando, Goya como ciudad anfitriona y de la amistad, es un poco la esencia de nuestra fiesta», remarcaron.
CRECIMIENTO
«Ya no es sólo la Fiesta de los goyanos, y de los correntinos, es una fiesta que se posiciona a nivel nacional y eso genera mayores desafíos también», señalaron.
En ese sentido, se refirieron a «la profesionalización en algunos aspectos y otras cuestiones que tenemos que repensar y evaluarlos con vistas al futuro, porque estamos con un escenario interesante para Goya y la Provincia».
Se destacó la implementación de la venta digital de entradas para ver artistas del festival. Igualmente, se ponderó la nueva tecnología que se aplicó para la Fiscalización donde se podía ver, casi en tiempo real, el trabajo que hacía cada fiscal.
«La transparencia en la fiscalización es una de las garantías que tiene esta Fiesta y esto también hace que los pescadores elijan nuestro Concurso del Surubí», afirmaron.
TRIUNFO
«Más allá de algunos inconvenientes que sucedieron, el concurso salió bien. Nos acompañó el clima, los días fueron espectaculares. La tarde de la largada de lancha a pleno sol. Creo que se cumplieron con los objetivos y expectativas que había», subrayaron.
Los últimos serán los primeros: el testimonio del ganador de la Pieza Mayor
El ganador por Pieza Mayor del concurso, Andrés Gerardo Escobar habló de sus sensaciones al haber sacado el surubí que posteriormente le daría el título de campeón, en diálogo con Radio Ciudad.
Contó que comenzó con una desventaja: no había participado de la largada. «Pesqué en la zona 14, es un lugar bastante retirado, son casi dos horas de navegación, y por ahí uno no va tan lejos a pescar», contó.
«Era un lugar nuevo para mí, no conocía el lugar. Sabía que era sobre el Paraná y no tenía idea del lugar y al llegar último no tenía la opción de elegir. Porque si llegás primero vas eligiendo los lugares», detalló.
El pique lo sacó a los 19.40 minutos con un cascara, acompañado de Germán y Esteban Zoroastro, uno de Buenos Aires y otro de Santa Fe.
«Fue una batalla, no sé si larga o corta porque yo calculo que habrán sido 20 o 35 minutos. El ‘problema’ fue cuando vimos que era un surubí. Porque mis compañeros decían que podía ser una raya y yo estaba convencido de que era un surubí», continuó.
Una vez que el surubí asomó la cabeza sobre la superficie, le surgieron pensamientos como «Que no se me escape», «¿Cómo lo levanto?», «¿Cómo se mueve el animal cuando está cerca de la embarcación?».
«Al no saber cómo está enganchado no sabes cómo actuar. Hasta que el animal se cansó y lo pudimos levantar entre dos mientras se hacía una filmación cortita», comentó.
La pieza midió 126 centímetros, casi 1 metro y medio. «Esta es una alegría inmensa, que creo que me va a durar por mucho tiempo, inclusive el resto de mi vida», expresó.
Fuente: El Libertador