El obispo diocesano, monseñor Adolfo Ramón Canecin, presidió el domingo 16 de marzo, la celebración eucarística en conmemoración de un nuevo aniversario del natalicio de San José Gabriel del Rosario Brochero, conocido como "El Cura Gaucho". Animados por el grupo Amigos de Brochero, la feligresía se congregó en el parador donde se encuentra la imagen del santo, sobre ruta provincial 27 a 500 metros del acceso a la ciudad de Goya.

José Gabriel del Rosario Brochero nació en los aledaños de Santa Rosa de Río Primero (Córdoba) el 16 de marzo de 1840, por eso, en esta fecha se celebra la fiesta litúrgica en honor al primer santo argentino que nació, vivió y murió en el país.
HOMILIA
¿Por qué el Papa Francisco, con tantos problemas graves que hay en la humanidad habla de la santidad? Se preguntó el obispo al hacer referencia la exhortación apostólica Gaudete et Exsultate del Santo Padre Francisco, sobre el llamado a la santidad, y, respondió “el Señor me ayudó a entender y a comprender, esa comprensión, se transformó en una frase ´la santidad es la respuesta que Dios da a todos los problemas, en la Iglesia y en la sociedad, atraves de personas concretas y, hoy en la persona del Santo Cura Brochero” dijo el obispo como introducción a su homilía.
Continuó “Una persona acepta la propuesta de Dios, vive en santidad y su vida cambia la realidad".
Destacó que los contemporáneos de Brochero, en traslasierra, cambiaron sus vidas personales, familiares, comunitaria, porque, “una persona santa no se queda en la espiritualidad, sino que comienza desde allí y termina en realidad, por eso, se preocupó por la educación, por la salud, hizo caminos, se preocupó de buscar a todos”.
“Nuestro Padre Dios quiere que todos nos salvemos” por eso él encontró en el método de los ejercicios espirituales ignacianos, que “no los predicaba el, pero lo organizaba y congregaba a cientos de mujeres y varones que pasaban las altas cumbres hasta llegar a Córdoba”.
Brochero “fue una persona que se animó a soñar el sueño de Dios y se animó a ser santo”.
Planteo más adelante que “Dios quiere que seamos santos, porque Él es santo. Por eso, la vida santa, el santo o la santa, es la mejor respuesta de Dios a todas las situaciones difíciles o problemáticas en la Iglesia y en la sociedad”.
“Ahora nos toca a nosotros ser respuesta a la problemática actual y, ese, es el gran desafío, que nos supera, pero si caminamos en santidad vamos a ser respuesta. Miren, que hermosa enseñanza nos dejó Brochero” enfatizó el prelado.-