Con la celebración de la Eucaristía en la parroquia Nuestra Señora de Las Mercedes, el 16 de agosto a las 19, la Iglesia diocesana, hizo memoria agradecida del presbítero Julián Gerónimo Zini, al cumplirse un año de su pascua eterna. La misa presidió el obispo emérito de Goya, monseñor Ricardo Oscar Faifer, y concelebrada por el actual obispo diocesano monseñor Adolfo Canecin, el vicario general presbítero Juan Carlos López y varios sacerdotes. La celebración se realizó respetando los protocolos de salud vigentes a la fecha y la comunidad pudo participar virtualmente a través de la página de Facebook de la parroquia.
Monseñor Faifer inició su homilía, señalando que creemos que Jesús murió y resucitó y, “el está vivo, en medio nuestro y, que maravilla sentir que nos congrega por medio de la fe. Él está y de una manera extraordinaria su presencia en la Eucaristía”.
“Hoy decimos a Jesús Resucitados que agradecemos todo lo que Él hizo por nosotros y que aumente en nosotros la esperanza. Nos encontraremos con Cristo, el Señor, con la Virgen Maria, con San José y con todos nuestros santos patronos. También con el padre Julián ZIni y nuestros seres queridos, esto lo sabemos por nuestra fe en la comunión de los santos” afirmó.
Más adelante el prelado pidió que el Señor “aumente el día nuestra esperanza y nuestro consuelo, que se derrame en nuestro corazón dolorido por su partida y de tantos que han fallecidos en esta situación de pandemia”.
Centró su homilía en en el texto de Jeremías, que fue “guía en su vida y ministerio sacerdotal” del padre Julian Zini, porque la palabra del Señor, se “hiso realidad en el padre Julián y seguramente en cada uno de nosotros”.
Remarco “el amor del Señor y la ternura” porque Dios nos elige, porque nos ama desde antes del nacimiento, desde la eternidad nos amó, nos elige y a cada uno nos da nuestra propia vocación”. Al padre Julian les dio “esta vocación tan hermosa de ser servidor del Pueblo de Dios” dijo.
Señaló “somos servidores de Jesús, la palabra viva de Dios, llevamos su mensaje, no solo a la mente sino al corazón, que es dulce y es también un fuego que arde en el corazón”.
“Yo pongo mi palabra en tu boca”, fue el lema elegido por el padre Julian Zini para su ordenación sacerdotal, reflexionando, “que bueno es cuando en la palabra de los ministros, resuena siempre, la Palabra del Señor y, no nuestros pareceres u opiniones, que son palabras humanas. La Palabra de Dios debe ´copar´ nuestras personas para transmitir a los hermanos”, porque “somos instrumentos del Señor”.
“En nuestra pequeñez, Dios nos usa como instrumentos”, remarco y, continuó que “con los ojos de la fe van descubriendo en nosotros la presencia de Jesús, buen pastor”.
Recordo también el pasaje de Jeremías que dice “te establezco para arrancar y plantar” señalando que eso le agradaba mucho al padre Julian Zini, y de fue su deseo “estar en la tierra, para plantar plantas que florezcan, en su tumba como humilde signo de esperanza y de alegría”.
En referencia al padre Julian Zini, expreso “si hay algo que caracterizó a este hermano sacerdote, ha sido su alegría, hecha música, canción y poesía”, por eso el señor le dio a el “don de la Palabra” y el pueblo se sentía “impactado, captado, como imantado cuando él hablaba y por ahí se perdía el sentido del reloj” destacó.
Resaltó la figura de sacerdote, cura y cantor, señalando que “la verdad y la contundencia de la Palabra viva de Dios, cuando va unida a la belleza de la poesía, de la palabra bella, se hace más luminosa y llega más directamente al corazón, porque, la poesía, es la vía de acceso y el camino más verdadero para llegar al ´meollo´ de la realidad y, si a esto unimos al don de la fe, vamos a la raíz fundal de todas las cosas y de cada uno de nosotros”.
Por eso animo a los sacerdotes a “darnos cuenta que el Señor ha tenido confianza en nosotros, nos confió el don de la fe, de la palabra de Dios y nos confió su Pueblo, los sacramentos somos los administradores”.
Haciendo referencia al Evangelio proclamado, dijo “El Sembrador sale a sembrar”, y Julian Zini fue llamado por el Señor para que “siembre su palabra sin mezquindad y lo ha hecho en los variados terrenos de la cultura del NEA, su palabra enraizada en la tierra con tantos valores humanos y cristianos, que nos ha ayudado a descubrirlos e inculturarlos en estas realidades que vivimos, que tiene tantos dones regalados por el Señor”.
“La esperanza y la alegría es el mensaje que nos dejó el padre Julian Zini” expresó, al tiempo que recordó la letra de una de sus canciones “Presencia y Memoria” señalando “que lindo los pueblos que tienen memoria, seguro que tienen esperanza también”.
Resaltó la personalidad del sacerdote que “si bien andaba en tantos escenarios, siempre muy expuesto en los medios de comunicación, sin embargo, mantenía una tranquilidad, serenidad y humildad en su corazón. Eso nos hace bien agradecer y recordar en el corazón”.
“Hoy tenemos una cierta nostalgia, pero, también estamos serenos y esperanzados: nos encontraremos con él. Damos gracias los dones del Señor manifestado en el, en la patena de la gratitud ponemos toda su vida y nuestra vida unida a la Eucaristía que celebramos” ánimo monseñor Ricardo Faifer.-