La elección del presidente de la Cámara de Diputados causó cierta sorpresa, aunque representa el cumplimiento de pactos políticos que permitieron la recuperación del Frente de Todos en el Chaco en el corto tiempo que transcurrió entre las PASO y las generales legislativas.
Para la elección de Elida Cuesta, no solamente el gobernador Jorge Capitanich cedió los espacios que había tenido hasta ahora con Hugo Ságer como presidente y Juan Manuel Pedrini, como presidente del bloque, sino que importa prácticamente haber asumido las consecuencias de la fórmula que eligió para encabezar las listas. Tal vez el flanco más débil del frente oficialista que permitió a Cambiemos en el Chaco albergar la esperanza de pintar de amarillo a la provincia en las elecciones de noviembre pasado.
Una parte del kirchnerismo intentó facturarle a Gustavo Martínez que se haya apurado a anunciar el triunfo del Frente de Todos el 14 de noviembre pasado a las 20, cuando todavía no se habían difundido los datos oficiales, y cuando ya tenían confirmado que las derrotas más duras del peronismo en el Chaco se habían dado en Resistencia, Villa Angela y Charata, las tres comunas que gobernaba el “Gustavismo”.
Capitanich suele decir que “hasta el pelo más delgado hace sombra”, el acercamiento con Gustavo, e inclusive con el embajador Domingo Peppo, permitieron el triunfo. Se relajaron las cuestiones principistas que marcaron la primera parte del tercer gobierno del actual mandatario.
La presidencia de la Cámara para Eli Cuesta y la presidencia del Bloque para Atlanto Honcheruk, representa un repliegue del peronismo sobre sus bases militantes, tomando distancia de la renovación con la que el gobernador premió a sus jóvenes simpatizantes, pero que hubieran quedado cortos, sin el auxilio de la estructura ortodoxa del peronismo.
También es cierto que Gustavo Martínez ya había intentado en los tiempos en que se eligió a Hugo Ságer la misma movida de ajedrez, pero esta vez había una deuda que el gobernador saldó.
Hubo además una nueva pérdida de Cambiemos. La vicepresidencia primera quedó para el Frente Integrador. La jugada estuvo más dirigida a aislar al macrismo que proponía como vicepresidente primero a Leandro Zdero, uno de los padres de la derrota opositora. Jaime Parra Moreno ocupará un lugar que ya tuvo. Contó con el acompañamiento del Frente de Todos, pese a que el líder del Frente Integrador, Juan Carlos Bacileff Ivanoff, sólo hace campaña criticando a su ex compañero de fórmula.
Esa reacción en contra de Gustavo Martínez, la repitió también Claudia Panzardi, que no aceptó votar a Parra Moreno y lo hizo por Zdero.
El piquete a la Justicia
Fue obra de la casualidad, pero el aberrante homicidio del pequeño Lucio terminó magnificando una protesta bastante circunscripta originalmente ante el edificio en el que funciona el fuero de Familia, pero con la presencia de organizaciones sociales la situación se salió de control.
Los métodos de los grupos piqueteros son conocidos, pero no por ello dejan de ser repudiables el hostigamiento a una magistrada y el bloqueo de oficinas y dependencias que hacen rayar lo que ocurrió con delitos relacionados con la privación ilegítima de la libertad de numerosos trabajadores, funcionarios y jueces, pero hay otras cuestiones.
Pero en el contexto de la violenta manifestación, el Consejo de Abogados presentó una nota dirigida al presidente del Superior Tribunal de Justicia, Rolando Toledo, para denunciar “un estado de violación de Derechos Humanos consumado por la mora judicial que entendemos debe merecer nuestra inmediata intervención, por lo que solicitamos una audiencia formal con ese Alto Tribunal”.
Las formas pueden ser distintas, pero los movimientos sociales y el Consejo de Abogados están diciendo lo mismo en cuanto al funcionamiento de los juzgados de familia. “La mora que denunciamos importa la espera de meses para que se provean peticiones que son impostergables, puesto que implican los más agudos dramas humanos que se plantean en la sociedad, involucrando, en la mayoría de los casos, a niños, niñas y adolescentes, es decir a sujetos de la más extrema vulnerabilidad y por ende de la más exigente tutela judicial”.
Hasta ahora el Superior Tribunal se limitó a decir que repudia los hechos, y que pidió que se investigue el violento apriete, pero contradijo el pedido del Consejo de Abogados, y sostuvo que la demora, que prefirieron no cuantificarla “refieren a causas judiciales en trámite y sujetas al estado procesal de las mismas y a la decisión, bajo el principio de independencia judicial, de las magistradas; procurando la mayor celeridad en los procesos.
Y prefirió adjudicarle a los movimientos sociales y su manifestación nuevas dilaciones al trabajo de los expedientes del Fuero. Al respecto sería sumamente interesante conocer qué le contestaron al Consejo de Abogados, porque del propio análisis del documento de los abogados de la capital se desprende que la conclusión a la que arriba el alto cuerpo es completamente equivocado.