Está interrumpido desde marzo pasado cuando empezó la pandemia y el Aislamiento social, preventivo y obligatorio. Afecta a dos grandes capitales del Nordeste Argentino con más de un millón de habitantes entre ambas.
A pesar que el ministerio de Transporte de la Nación autorizó la circulación del servicio a fines de noviembre pasado, con protocolos sanitarios, son las provincias de Corrientes y Chaco las que deben coordinar el regreso del servicio y su operatividad.
En resistencia se planteó incluso habilitar algún servicio de emergencia para el 31 de diciembre, pero no prosperó.
Las capitales de Corrientes y Resistencia suman más de un millón de habitantes por lo que se hace esencial el servicio, a más de diez meses de estar interrumpido.
Tampoco los municipios de las dos capitales aportaron o siquiera, mostraron voluntad de intentar reestablecer el servicio interprovincial.
El gobernador Gustavo Valdés declaró a fines de octubre que el puente interprovincial iba a retomar su tránsito normal una vez que aparezca la vacuna anticovid-19.
A pesar de la aparición de la medicina, todo sigue igual y continúan las restricciones para circular entre ambas capitales.