Cuatro sospechosos del atentado en la sala de conciertos Crocus, que dejó al menos 137 muertos en la región de Moscú, han sido acusados de cometer un acto terrorista. Se enfrentan a una posible cadena perpetua. Tres de los acusados se declararon culpables de todos los cargos, según la agencia estatal rusa de noticias, TASS. El grupo terrorista ISIS ha reivindicado el atentado y ha difundido imágenes gráficas que supuestamente muestran el incidente.