La madrugada del martes 6 de marzo se produjeron incidentes violentos en el histórico Teatro de la Gaîté-Lyrique, antiguo «templo de la opereta», entre 450 okupas, decenas de militantes de extrema izquierda, y unidades antidisturbios que terminaron utilizando gases lacrimógenos para sofocar un conflicto emblemático.El Teatro de la Gaîté-Lyrique se inauguró en 1763, en el Boulevard du Temple, en el distrito III de París, y ha funcionado ininterrumpidamente, desde entonces, cambiando sus ambiciones artísticas y repertorio al ritmo de la evolución y los cambios de la cultura nacional. El primer español que visitó el teatro fue Mariano José de Larra , durante un legendario viaje, en 1835, cuando conoció a Víctor Hugo .La alcaldía de París es propietaria del edificio, cuya gestión corre a cargo de un equipo más o menos independiente. Cuando más de 400 jóvenes inmigrantes, muy jóvenes, jóvenes, sin papeles una gran mayoría, acompañados por militantes de grupúsculos de extrema izquierda, tomaron el teatro, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo , decidió «lavarse las manos».Noticia Relacionada Nuevo libro estandar Si Memorias del barman del Ritz: «Coco Chanel vivía en el hotel con un oficial nazi» Juan Pedro Quiñonero | Corresponsal en París Pilippe Collin se sirve del camarero del mítico establecimiento para contar la ocupación de Francia en su nuevo libroEl equipo responsable de la gestión artística del teatro se vio forzado a anular la programación, indefinidamente. Con el paso de los días, la ocupación, pacífica, en principio, se transformó en un «fenómeno de sociedad». Las organizaciones de inmigrantes multiplicaron sus mitines, pidiendo la «legalización» de los sin papeles. Los grupúsculos de extrema izquierda comenzaron organizar mitines a repetición denunciando el «fascismo rampante», haciendo llamamientos a la «lucha».El clima no tardó en degradarse. Estallaron algunos incendios. Comenzó la degradación de parte del teatro. Los alrededores se transformaron en espacios propicios a las «acampadas». A primeros de febrero, la sociedad que gestiona el teatro, SAS Gaîté-Lyrique , anunció oficialmente a la alcaldía que debía romper el contrato comercial, considerándose incapaz de asegurar el mantenimiento y gestión del edificio. La alcaldía dio el silencio por respuesta.Imposible la gestión, explotación y mantenimiento del teatro, la autoridad competente se vio forzada a ordenar el « desalojo » de los okupas.La madrugada de este martes, día 18, unidades antidisturbios, equipadas con cañones de agua y gases lacrimógenos, acordonaron el teatro y pidiendo el «desalojo» inmediato. Okupas e izquierdistas respondieron con insultos y pedradas: comenzó una batalla campal que duro tres horas cortas.Ante la resistencia de los okupas, los antidisturbios comenzaron por utilizar «métodos duros»: porras, estacazos, etcétera, sin mucho éxito. Ante la prolongación violenta de los enfrentamientos, el prefecto de París ordenó el recurso a las tanquetas de gases lacrimógenos, con un efecto fulminante.La «rebelión» quedó neutralizada con rapidez. Se procedió a la detención de medio centenar de okupas. Y comenzó una nueva batalla política.Traslado a la periferiaEl Gobierno propuso el traslado de muchos okupas a lugares de detención, en la periferia de París y varios pequeños pueblos de la Francia profunda. Las organizaciones izquierdistas y las organizaciones de okupas denunciaron propuestas «inaceptables» : «Se proponen trasladarnos a lugares muy alejados, de manera temporal, sin asegurarnos cual será nuestro futuro». La alcaldía de París se sumó a las críticas contra el Gobierno, que comenzó, por su parte, una operación de «control policial» de los okupas detenidos.La «batalla» del Teatro de la Gaîté-Lyrique tiene mucho de «emblemática» por estas razones: Francia está asistiendo a la «convergencia de luchas» entre organizaciones de inmigrantes y organizaciones de extrema izquierda, cuando, según los sondeos, una mayoría de franceses apoyan una política de «mano dura» contra la inmigración.