En un discurso poco habitual para un presidente en ejercicio del cargo, Joe Biden se despide este lunes de sus socios internacionales desde la sede del Departamento de Estado, subrayando la necesidad de que la OTAN se mantenga fuerte y unida ante la inminente llegada de Donald Trump al poder, quien en el pasado amagó con retirar a Estados Unidos de la alianza. Biden, quien ha dedicado buena parte de su mandato a reforzar la unidad transatlántica y apoyar a Ucrania frente a la agresión rusa, deja claro que el mensaje va dirigido a los aliados que han respaldado estos esfuerzos durante su Administración.El presidente enfatiza que Estados Unidos y sus aliados son más fuertes hoy que hace cuatro años, mientras que adversarios como Rusia, China e Irán están en una posición más débil. «¿Es América más fuerte que cuando llegamos al poder? La respuesta es un sí definitivo», prevé decir Biden, destacando logros como la admisión de Suecia y Finlandia en la OTAN y el fortalecimiento de los lazos con Europa y Asia frente al ascenso chino.Biden tenía planeado despedirse también desde el Vaticano, en Italia, en una visita que pretendía subrayar, según su equipo, la dimensión moral de su política exterior, pero canceló el viaje debido a los devastadores incendios en Los Ángeles . Es Biden el segundo presidente católico en la historia de Estados Unidos, tras John Kennedy, y un practicante devoto cuya fe ha sido un elemento central en su vida política.Noticia Relacionada estandar Si Máxima presión de las petroleras para impedir el embargo a Venezuela David Alandete | corresponsal en washington El negocio peligra por un aumento sanciones, y se ha desplegado en Washington una legión de \'lobistas\'En política exterior, Biden se enfrentó a críticas tanto por la izquierda como por la derecha por el caótico retiro de tropas de Afganistán, que dañó la reputación de Estados Unidos, y por su apoyo sin apenas restricciones a Ucrania e Israel. A la vez, aunque logró frenar la avanzada rusa en Ucrania y unir a Europa en un esfuerzo conjunto, algunos lo acusaron de ser demasiado cauteloso al no enviar armas más poderosas, mientras que otros, sobre todo aliados de Trump, criticaron la magnitud de los recursos destinados a un conflicto extranjero.En Gaza, su firme apoyo a Israel tras los ataques de Hamás generó tensiones con aliados y bases de izquierda, quienes lo calificaron de insensible ante las víctimas civiles palestinas. Al mismo tiempo, su presión sobre el gobierno de Benjamin Netanyahu para minimizar el sufrimiento humanitario le valió reproches de sectores conservadores.Paz en GazaBiden prevé decir que el trabajo por la paz en Gaza sigue siendo prioritario hasta el último momento de su mandato, mientras sus negociadores intentan cerrar un acuerdo de alto al fuego y liberar a rehenes, incluidos ciudadanos estadounidenses. Aunque muchos ven su legado empañado por estos desafíos, una encuesta reciente de la casa Gallup mostró un notable aumento en la aprobación de Estados Unidos en Europa bajo su liderazgo, subrayando el impacto positivo de su política exterior en la percepción global.Trump y su equipo pretenden lograr un acuerdo con Hamás para que liberen a los rehenes israelíes capturados durante el ataque de octubre de 2023, como una primera victoria de la administración entrante. Aspiran a emular el logro simbólico de Ronald Reagan en 1981, cuando los rehenes estadounidenses retenidos por el régimen iraní fueron liberados justo cuando comenzó su mandato, tras la salida de Jimmy Carter , aunque el acuerdo para la liberación fue negociado en gran parte por la administración saliente.
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