Cinco meses después de las elecciones, parece asomar una posible formación de gobierno en Austria . Conservadores (ÖVP) y socialdemócratas (SPÖ) acuden hoy al Hofburg para presentar al presidente, el verde Alexander van der Bellen, el acuerdo para un doble presupuesto . Con un objetivo de ahorro de 6.400 millones de euros para 2025, se adoptará la senda presupuestaria ya transmitida a Bruselas y para 2026 se prevé un ahorro de 8.400 millones de euros adicionales. Sus respectivos líderes, Christian Stocker (ÖVP) y Andreas Babler (SPÖ), han informado al presidente que, en base a este acuerdo, puede volver a otorgar un mandato de formación de gobierno a Stocker.Van der Bellen ya otorgó un primer mandato al ÖVP, para unas negociaciones que resultaron fallidas , y un segundo mandato al candidato más votado, Herbert Kickl, líder del FPÖ, que inició por su parte unas negociaciones fallidas también con los conservadores. Ahora, este acuerdo presupuestario devuelve la posibilidad de formar un gobierno de gran coalición, después de que ambos partidos hayan estado de acuerdo en que el seguro de salud para los pensionistas aumente del 5,1% al 6% y en que el gravamen de estabilidad para las entidades de crédito se incrementará en 350 millones de euros desde los 150 millones anuales actuales para 2025 y 2026.La distribución de los ministerios ya se ha decidido también en gran medida, pero todavía tendrán que mantener conversaciones con los Verdes y los Neos para explorar si se debe incluir un tercer socio que asegure la estabilidad de la mayoría o cómo se podría estructurar la cooperación de otras maneras. El cronograma rojo turquesa prevé que las negociaciones concluyan en la reunión del Consejo Nacional el 26 de febrero.Noticia Relacionada estandar Si El Parlamento alemán debate ilegalizar a la extrema derecha Rosalía Sánchez | Corresponsal en BerlínAunque el ÖVP y el SPÖ tendrían mayoría juntos en el Consejo Nacional, esto solo se asegura con un mandato. El líder del Partido Verde, Werner Kogler, ha garantizado en entrevista con ZIB2 que «no apoyaría ninguna potencial moción de censura del FPÖ» con el objetivo de que «el gobierno pueda asumir que puede funcionar». También ha ofrecido, durante la legislatura, que los proyectos se apoyen en cada caso por medio de negociación. Espera que la política climática no se descuide en lo que sería «un presupuesto equivocado», pero se ha mostrado dispuesto a una colaboración constructiva, centrada en «medidas que son buenas para la economía y para el clima». También ha habido contactos para tantear la disponibilidad de los Neos.El presidente del SPÖ de Baja Austria, Sven Hergovich, ha enfatizado la necesidad de «un gobierno federal que funcione rápidamente para abordar los problemas y desafíos actuales». El equipo negociador de cinco miembros de los socialdemócratas cuenta con toda su confianza y apoyo y «la situación europea a internacional exige respuestas rápidas y consistentes». Los planes de reforma del FPÖ, que se han conocido en las últimas semanas y en los que todos los demás partidos ven un peligro para la democracia liberal, parecen haber impulsado también ahora un replanteamiento. Además, según las últimas encuestas, sólo el FPÖ se beneficiaría de la convocatoria de nuevas elecciones, mientras que el SPÖ se estanca y el ÖVP podría volver a perder con fuerza.Uno de los principales problemas durante la primera negociación entre ÖVP y SPÖ fue, según las declaraciones unánimes de liberales y conservadores, la errática posición del líder del SPÖ, Andreas Babler, con su rumbo de izquierda y enfrentamiento contra el ÖVP. Ahora. Según fuentes del partido, ha sido contenido con más fuerza que a principios de año por los dos centros de poder interno, el partido estatal vienés y los sindicatos, ambos decididos a devolver el SPÖ al gobierno.El designado líder del ÖVP, Christian Stocker, podría por tanto convertirse inesperadamente en canciller de Asutria, después de que asumiera el liderazgo del partido provisionalmente en enero, como una solución de emergencia y por sentido del deber, al frente de una gran coalición que no es para nada una novedad en Austria. El SPÖ y el ÖVP dirigieron el país juntos durante décadas en lo que se ha convertido en una forma natural de gobierno de la república. Su última fase conjunta, de 2007 a 2017, estuvo marcada por disputas y bloqueos mutuos, lo que hizo a la coalición impopular y ayudó al resurgimiento de la extrema redera del FPÖ.