Problemas con el abasto de agua y de comida, dos colapsos energéticos que han dejado al país varios días sin servicio eléctrico, dos devastadores huracanes y un seísmo de gran magnitud, son algunos de los desastres que se han sobrevenido en Cuba en menos de un mes. Entre el 18 y el 22 de octubre ocurrió la primera desconexión del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) debido, según las autoridades, a la falta de combustible y a averías en las termoeléctricas. El segundo colapso ocurrió hace menos de una semana en el contexto del paso del huracán Rafael por el occidente del país. Aunque en unas 48 horas se volvió a conectar en SEN (conexión entre las 7 termoeléctricas del país), las afectaciones continúan; en las provincias más occidentales de Pinar del Río, La Habana, Mayabeque y Artemisa, millones de personas han permanecido más de 120 horas sin electricidad. En el resto de las provincias, el servicio dura entre 1 y 4 horas al día. Según las autoridades, el segundo apagón ocurrió debido a los «fuertes vientos» del huracán Rafael. Sin embargo, un ingeniero eléctrico consultado por ABC y que solicitó el anonimato, afirmó que se debió a errores humanos.Noticia Relacionada estandar Si Cuba: 24 horas sin electricidad tras un nuevo colapso energético Camila Acosta La información difundida por la estatal Unión Eléctrica (UNE) refirió que se estaban aplicando «protocolos de contingencia» ante la inminente llegada del huracán Rafael«No se apagaron los circuitos necesarios que tenían que haberse apagado antes de que llegara la tormenta, porque eran de La Habana, y La Habana tiene prioridad y hay que mantenerla con corriente todo el tiempo que se pueda -decisión de gobierno-. Llegó la tormenta, fallaron unas líneas, empezaron a salirse circuitos provocando desestabilización en la frecuencia y la caída del sistema de nuevo. En fin, todo por no apagar a tiempo todo lo que tenían que haber apagado», señaló.Ante la falta de electricidad, en La Habana cientos de semáforos permanecen fuera de servicio y no hay policías regulando el tránsito, lo cual ha provocado accidentes. Desastres naturalesLas imágenes de personas cocinando con leña o carbón son usuales. A ello, se suma una reacción en cadena que provoca la casi total paralización del país y afecta todos los servicios, entre ellos los de agua. «Llevo cuatro días cargando agua para poder bañarme y cocinar, al menos», dijo a ABC un residente en La Habana, de 60 años de edad y que vive solo en el tercer piso de un edificio. «Cociné todo lo que pude y el resto de la comida se me ha echado a perder», declaró una cubana residente en Artemisa. El huracán Óscar, que afectó la zona oriental del país a finales de octubre, dejó cientos de damnificados, al menos 8 muertos y dos desaparecidos por las crecidas de ríos e inundaciones. El huracán Rafael ha afectado a unos 4 millones de cubanos, provocando incluso derrumbes parciales, además de dañar cientos de cultivos.En medio de esta situación, otra desgracia: en la mañana del domingo ocurrió un seísmo de magnitud 6,7 grados en la escala de Richter que afectó varias provincias del oriente cubano. Decenas de viviendas sufrieron derrumbes parciales y hubo varios lesionados; cientos de pobladores, por temor a las réplicas, corrían hacia las montañas.Decenas de protestasEste lunes, varios medios de prensa independientes reportaban que en el Hospital Pediátrico Borrás Marfán , ubicado en La Habana, un niño de 4 años había fallecido tras llegar con un grave ataque de asma y estar el centro sin servicio eléctrico. El menor necesitaba respiración asistida pero el hospital no disponía de la energía necesaria para conectar los dispositivos de emergencia. En medio del primer colapso energético, una niña de 13 años falleció por una insulina en mal estado tras la falta de refrigeración, la familia llevaba unos 3 días sin electricidad. Ante la desesperante situación del país, en el último mes se han reportado al menos 68 protestas, fundamentalmente provocadas por los apagones. El grupo de trabajo sobre detenciones por motivos políticos en Cuba «Justicia 11J» ha documentado igualmente más de une veintena de detenidos tras las protestas, todas ellas pacíficas. Actualmente, existen en la Isla más de mil presos políticos , la mayoría de ellos con condenas de hasta más de 20 años por participar en manifestaciones contra el régimen. Entre la crisis energética, la falta de agua, comida y medicinas, las ciudades llenas de basura, el aumento de la violencia y de casos de dengue, oropouche y otros virus caribeños, los huracanes, seísmos, y la represión ante cualquier manifestación de descontento popular, el desastre humanitario se agrava cada día.