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Dos millones de funcionarios caen en la guerra de la burocracia de Trump y Musk

\'Fork in the road\'. \'Encrucijada\'. Este es el título del correo electrónico que el Gobierno de Donald Trump envió este martes por la noche a cerca de dos millones de funcionarios públicos. Los dos caminos que la incipiente Administración de EE.UU. mostraba al cuerpo funcionarial eran claros: seguir en su puesto en la nueva cultura que Trump y sus aliados buscan imponer en el sector público; o coger algo de dinero y marcharse, con una oferta de despido incentivado por el que dejarán su puesto de inmediato y seguirán cobrando hasta el mes de octubre.No es necesario vivir en la Casa Blanca para detectar al ideólogo -o, incluso, redactor- del mensaje: Elon Musk. En noviembre de 2022, el hombre más rico del mundo envió un correo a toda la plantilla de Twitter -todavía era ese el nombre de la red social-, poco después de consumar la adquisición de la compañía. Les daba dos opciones: ser comprometidos al extremo, ser \'hardcore\', trabajar «muchas horas a gran intensidad»; o dejar Twitter y llevarse un finiquito. El título de aquel mensaje: \'Fork in the road\'.Musk se ha empotrado en la Administración Trump con el objetivo indisimulado de transformar por completo la maquinaria gubernamental de EE.UU. Es el principal de los tecnólogos que se han ganado la confianza del nuevo presidente de EE.UU. y que participan de forma activa, no solo como una influencia externa, en los primeros pasos del segundo mandato del multimillonario neoyorquino.Noticia Relacionada Caos tras la medida estandar Si Un juez bloquea la orden de Trump de paralizar los fondos federales Javier Ansorena | Corresponsal en Nueva York La redacción de la directiva dejaba en el aire más preguntas que respuestas, con cientos de miles de millones de dólares en financiación federal de la que dependen personasLa agenda grisEl propio Musk, instalado en Washington, se plantó el pasado viernes en las oficinas de la Oficina de Gestión de Personal (OPM, en sus siglas en inglés) del Gobierno, una agencia gris a la que los políticos no suelen prestar mucha atención. Allí ha colocado a varios ejecutivos de sus compañías en puestos de asesoría y el elegido por Trump para liderarla es Scott Kupor, aliado de Musk y ejecutivo de la firma inversora de Marc Andreessen, otro tecnólogo que ha ganado mucha influencia en la órbita del presidente.Fue la OPM la que envió el mensaje a los funcionarios federales, una iniciativa que busca reducir el tamaño del Gobierno y ahorrar costes. Según la propia plataforma de recaudación electoral de Musk, la estimación es que acepten la baja incentivada entre el 5% y el 10% de esos funcionarios, lo que supondría un ahorro de unos 100.000 millones de dólares.No sería un recorte como el que Musk logró en Twitter -redujo la plantilla en un 80%-, pero es solo un paso en un proceso de desmantelamiento de la maquinaria funcionarial actual, con muchos frentes abiertos en solo diez días de Trump en la Casa Blanca: eliminación de todos los departamentos de DEI (diversidad, equidad, inclusión) en las agencias gubernamentales y baja administrativa de sus empleados; purgas en varios departamentos, en especial en el Departamento de Justicia y en los inspectores generales de las agencias federales; y la suspensión generalizada de los fondos asistenciales federales, una orden ejecutiva que causó caos y conmoción -incluso entre republicanos- y que tuvo que ser rescindida este miércoles.«Burocracia fuera de control»Estas decisiones son solo el principio de una transformación radical del estado, algo por lo que han abogado muchos en el entorno de Trump. Ya en su primer mandato, el que fuera su jefe de campaña y asesor senior en la Casa Blanca, Steve Bannon, hablaba de la la «deconstrucción del estado administrativo». El propio Andreessen ha defendido que la actual estructura de Gobierno federal fue una creación del presidente Franklin Delano Roosevelt en la década de 1930, con una ampliación enorme del estado, y que desde entonces se ha convertido en una «burocracia fuera de control». «Necesitas a otra figura como FDR», ha dicho sobre aquel presidente. «Pero al revés».Esa figura podría ser la dupla Trump-Musk. El multimillonario neoyorquino está al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una agencia autónoma, de nueva creación, con la que Musk prometió ahorrar dos billones de dólares al año de gasto público (una vez ganada la elección, bajo la estimación a la mitad). Un elemento central en esa reducción del estado es el cuerpo funcionarial, que buena parte del EE.UU. conservador lo considera hinchado, ineficiente y aliado con los demócratas.En el mensaje de la OPM, se advertía a los funcionarios de los cambios que se vienen: se exigirá el fin del trabajo remoto, se medirá el rendimiento de los empleados y se reducirán las plantillas (\'coge el dinero y corre\', parecía decir). Pero también se exigirá a los funcionarios que sean «fiables y leales».Esto último es una prioridad para Trump y para sus aliados conservadores. Uno de los puntos centrales del Proyecto 2025, un polémico documento de intelectuales que tomó mucho protagonismo en la campaña electoral, es consolidar el poder del presidente sobre la maquinaria gubernamental. Las purgas y la exigencia de lealtad -ningún valor importa más a Trump que este- son clave para conseguirlo.

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