Ecuador entra en una tensa campaña electoral, marcada por un nuevo estado de excepción en siete provincias

Como si se tratase de una «tercera vuelta electoral», Daniel Noboa , de Acción Democrática Nacional (ADN), y Luisa González, del movimiento correísta Revolución Ciudadana, encabezan todas las encuestas para las elecciones del 9 de febrero próximo, en la que participan 16 candidatos. Ambos fueron los finalistas de la segunda vuelta en los comicios del 13 de octubre de 2023, que ganó el empresario Daniel Noboa, hoy presidente de Ecuador, en elecciones anticipadas tras la renuncia al cargo de Guillermo Lasso, que renunció a su cargo. En un ambiente sacudido por el vil asesinato de cuatro niños , y con un nuevo episodio de controversia entre Noboa y su vicepresidenta, Verónica Abad , al haber vuelto a encargar la Vicepresidencia a Sariha Moya, secretaria general de Planificación, la campaña que comenzó el domingo se perfila tensa, y con restricciones por el nuevo estado de excepción que decretó el Ejecutivo, el viernes 3 de enero, y que regirá en siete de las 24 provincias, y en las cárceles del país, por 60 días.Noboa aduce «la presencia prolongada de grupos armados organizados», a pesar de que el mismo Gobierno ha promocionado su plan contra la inseguridad como efectivo, al asegurar que las muertes y los actos de violencia habían disminuido. Durante el estado de excepción se suprimen los derechos de inviolabilidad de correspondencia y domicilio; y en las zonas en las que habrá toque de queda, se restringe la circulación y el tránsito entre las 22.00 y las 05.00.El dilemaCon las opiniones de las constitucionalistas divididas y un Consejo Nacional Electoral (CNE) enmudecido y sin ejercer su autoridad, hasta cuando se escribe esta crónica, el presidente Noboa no había decidido si pide licencia y encarga el poder, o si continúa en Carondelet (sede del Gobierno) y se abstiene de hacer campaña. Por si acaso, Noboa ha tomado precauciones. Para evitar dejar a la vicepresidenta Verónica Abad , el jueves 2 de enero, el ministro de Gobierno, José De La Gasca, anunció que el ejecutivo había designado, una vez más, a Sariha Moya como vicepresidenta, en consideración a que hay una nueva ausencia temporal del cargo de vicepresidenta de la República, porque Abad no se presentó en Ankara el 27 de diciembre, para asumir las nuevas funciones de consejera económica, que le había asignado el presidente.Noticia Relacionada estandar Si Ecuador se asoma a la quiebra institucional ante las elecciones Thalía Flores | Corresponsal en Quito Las desavenencias entre el presidente Daniel Noboa y la vicepresidenta Verónica Abad se acentúan en vísperas de la campaña para las presidenciales de febreroDijo que ha sido público y notorio el incumplimiento flagrante del Decreto Ejecutivo 440, lo cual consideró un hecho grave que afecta la institucionalidad de la Función Ejecutiva. El encargo de la Vicepresidencia a Moya tiene el carácter de temporal, hasta el 22 de enero del 2025, «o hasta que la señora Abad Rojas se presente en la Embajada de Turquía». El ministro de Gobierno sostiene que no sería necesario que Noboa solicite licencia para hacer la campaña, pero de requerirlo asumiría Moya.El 23 de diciembre, Abad fue reintegrada como vicepresidenta por una acción de protección, que la restituyó del cargo tras haber sido suspendida, por 150 días, por una sanción administrativa del Ministerio del Trabajo, por no llegar a tiempo de Tel Aviv, donde era embajadora, a Ankara por cuestiones de seguridad; Entonces, Sariha Moya también volvió a su cargo. La vicepresidenta informó al país que no iría a Turquía , sino que tomaría vacaciones con objeto de atender su salud quebrantada. Para el ministro de Gobierno se trata de un desacato que dejó un vacío en la Vicepresidencia. En respuesta, el viernes, Verónica Abad interpuso ante la Corte Constitucional una acción de incumplimiento del dictamen anterior de ese alto organismo, que establece las únicas causales de ausencia, y calificó de «herejía jurídica» el decreto ejecutivo por el que se designa a Sariha Moya como vicepresidenta. «Es absolutamente inconstitucional, arbitrario e inválido», remató la segunda mandataria.