La plana mayor de la política exterior de EE.UU. materializó ayer en Arabia Saudí el cambio de relación diplomática con Rusia y el abandono de la posición mantenida hasta ahora por la primera potencia sobre Ucrania y la invasión decretada hace casi tres años por Vladímir Putin. El secretario de Estado, Marco Rubio, mantuvo un encuentro durante más de cuatro horas con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores. El jefe de la diplomacia estadounidense lo calificó como «el primer paso de un viaje largo y difícil, pero que es importante» porque su objetivo es un acuerdo «justo, duradero, sostenible y aceptable para todas las partes» sobre la guerra en Ucrania . Por parte estadounidense, en la reunión también participaron Mike Waltz, asesor de seguridad nacional del presidente; y Steve Witkoff, enviado especial de Trump para las negociaciones en Oriente Próximo y con Rusia .La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, informó de que la reunión se cerró con un acuerdo para «establecer mecanismos de consultas», «nombrar equipos de alto nivel para empezar a trabajar en el camino para acabar con el conflicto en Ucrania » y «sentar las bases para cooperación en intereses geopolíticos mutuos» e «históricas oportunidades económicas y de inversión». En ningún lado se mencionó el papel que tendrá Ucrania en estas conversaciones, una ruptura con la línea mantenida hasta ahora por el anterior Gobierno, el de Joe Biden, y por los aliados europeos de EE.UU.: «Nada sobre Ucrania sin Ucrania».En una comparecencia posterior con la prensa, Rubio negó que se haya «marginado» a Ucrania, en medio del enfado del Gobierno de Kiev por la reunión en Riad sin haber acordado una posición previa con EE.UU.. El secretario de Estado mantuvo que es un encuentro preliminar para sentar las bases de negociaciones con todos los actores y para preparar la anunciada cumbre entre Trump y Putin. Pero los negociadores estadounidenses dejaron claro, como se ha telegrafiado desde la campaña electoral de Trump, que abren la puerta a concesiones a Rusia por las que Ucrania no quiere pasar. «Sabemos que la realidad práctica es que habrá discusión sobre territorios y sobre garantías de seguridad», dijo Waltz en referencia a eventuales cesiones de soberanía territorial por parte de Kiev y sobre la adhesión a la OTAN.Noticia Relacionada estandar No Así es Kirill Dmitriev: el banquero ucraniano encargado por Putin para negociar los aspectos económicos con EE.UU. en Arabia Pablo De la Varga Vivió más de 10 años en Estados Unidos y trabajó en Goldman Sachs y McKinsey antes de regresar a RusiaEl encuentro entre Rubio y Lavrov era el primero de este nivel entre EE.UU. y Rusia desde el comienzo de la guerra y marca un nuevo camino en las relaciones entre ambas potencias. En ese sentido, la delegación estadounidense no se refirió a la violación de la legislación internacional por parte de Rusia en sus agresiones a Ucrania, ni a las acusaciones de crímenes de guerra -por los que Putin está imputado-, ni a la presión a Moscú con sanciones y aislamiento internacional. «Durante tres años, nadie ha sido capaz de conseguir algo como lo que hemos visto hoy», defendió Rubio. «Porque Donald Trump es el único líder en el mundo que puede hacerlo».