El alto el fuego en Gaza y Líbano tendrá que esperar. Los enviados de Joe Biden regresaron a Estados Unidos tras un viaje relámpago a Tel Aviv en el que no fueron capaces de dar un impulso definitivo a las negociaciones y los dos frentes abiertos vivieron una nueva jornada sangrienta con decenas de muertos a causa de los bombardeos israelíes. La oficina de Benjamín Netanyahu informó que «el tema principal» que el primer ministro discutió con Amos Hochstein y Brett McGurk fue «la capacidad de Israel para hacer cumplir el acuerdo y frustrar cualquier amenaza a su seguridad desde el Líbano», es decir, la libertad de acción que reclama Netanyahu para golpear en suelo libanés tras el alto el fuego en caso de que perciban una amenaza, Hochstein y McGurk abandonaron Oriente Próximo sin pisar Beirut, toda una señal de que no se produjeron grandes avances en los encuentros que mantuvieron con Netanyahu, el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, el director del Shin Bet, Ronan Bar, el director del Mossad, David Barnea, y otros altos funcionarios israelíes.El primer ministro libanés, Najib Mikati, condenó lo que calificó de «expansión» de los ataques de Israel, que eran consecuencia de la negativa a avanzar en los esfuerzos para lograr una tregua. «Los nuevos ataques contra los barrios del sur de Beirut confirman el rechazo del enemigo a todos los esfuerzos que se están haciendo para asegurar un alto el fuego», apuntó Mikati. El veterano dirigente libanés acusó al Estado judío en «insistir en el uso de las matanzas y la destrucción».Noticia Relacionada estandar Si Israel e Hizbolá abren la puerta a un alto el fuego en el Líbano Mikel Ayestaran | Corresponsal en EstambulPese a las acusaciones de Mikati, el diario \'The New York\' Times desveló que Hochstein pidió a Mikati que declarara un alto el fuego unilateral con Israel como parte de un esfuerzo por ayudar a las negociaciones a alcanzar una resolución para el conflicto que dura más de un año. La solicitud fue vista como imposible ya que Hizbolá lo vio como una rendición, según una alta fuente política libanesa y un diplomático consultados por el diario estadounidense. El primer ministro negó esta información y se remitió a la resolución 1701 de la ONU, aprobada tras la guerra de 2006. El problema es que este texto no se ha cumplido en los últimos 18 años y ahora es papel mojado porque los israelíes negocian desde una posición de gran fuerza y plantean nuevas exigencias además de la retirada de Hizbolá de la frontera y el despliegue del ejército libanés y los cascos azules. La milicia chií siguió un día más con el lanzamiento de cohetes al otro lado de la frontera y dejaron al menos diez heridos. El ejército asegura haber acabado con el 80 por ciento del arsenal de su enemigo, pero los cohetes siguen saliendo y haciendo imposible la vida en muchos puntos del norte de Israel. El jueves los proyectiles libaneses dejaron siete muertos, el día más sangriento para Israel desde el inicio de la guerra en el norte. Intercambio imposible en GazaTras meses de infructuosa mediación en Gaza, Estados Unidos trató de empezar con Líbano con el objetivo de extender un posible acuerdo a la Franja, pero tampoco tuvo éxito. En los últimos días se han puesto sobre la mesa propuestas de Egipto o Qatar, pero Hamás se mantiene firme en su exigencia de aceptar únicamente un alto el fuego definitivo y la retirada de las fuerzas israelíes.Una de las propuestas que se discute, según los medios israelíes, consistiría en liberar a las mujeres rehenes junto con los hombres cautivos mayores de 50 años a cambio de un número determinado de prisioneros palestinos. En caso de salir adelante, los combates en Gaza se detendrían durante un tiempo sin concretar, pero inferior a las seis semanas previstas en un acuerdo anterior que los negociadores habían propuesto. Las familias de los cautivos presionan, pero su protesta diaria no logra que Netanyahu acepte un acuerdo y es el primer ministro quien tiene la última palabra.