El jefe del Ejército sudanés, Abdel Fattah al Burhan , visitó este domingo el cuartel general de las Fuerzas Armadas en la capital, Jartum. El viernes, el Ejército había logrado repeler el asedio que las fuerzas paramilitares contra las que luchan por el control del país habían impuesto desde hace 20 meses, desde el inicio de la guerra en abril de 2023.Las unidades militares lograron llegar al cuartel a través de caminos sin pavimentar en Jartum Norte para lograr reabastecer a las tropas que resistían dentro. Desde el comienzo de la guerra, el Ejército tuvo que abastecer a esas tropas mediante lanzamientos aéreos. El propio Al Burhan quedó atrapado dentro durante cuatro meses antes de poder salir en agosto de 2023 y huir a la ciudad de Puerto Sudán.Aunque el Ejército ahora controla los alrededores del cuartel general, todavía combate a las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) en Jartum Norte, según ha asegurado el portavoz del Ejército, el general de brigada Nabil Abdallah, en un comunicado.Noticia Relacionada estandar Si Maha Ayoub, embajadora sudanesa en Madrid: «La guerra en Sudán ha provocado un desastre humanitario sin precedentes» Andrés Gerlotti Slusnys Más de tres millones de personas han huido del país en año y medio de enfrentamientos, además de los once millones de desplazados internos«El Ejército no afirma haber despejado todo Jartum, pero ha hecho grandes avances y ha completado un paso en un largo camino para extender el control sobre todo Jartum y todos los estados», dijo Abdallah.La recuperación del cuartel general es la mayor victoria del Ejército en la capital desde que recuperó Omdurman, la ciudad gemela de Jartum en la orilla occidental del Nilo, hace casi un año.En su cuenta de Facebook, el Ejército ha publicado fotografías de Al Burhan visitando las instalaciones y manteniendo reuniones en el lugar. «Las Fuerzas Armadas están en la mejor condición posible y avanzaremos con la determinación de nuestro pueblo para eliminar a la rebelión en todo Sudán», ha dicho Al Burhan.«Las recientes victorias en varios frentes fueron posibles por el apoyo de los sudaneses». También ha recalcado que «no hay negociaciones» en marcha.Aumentan los ataques contra infraestructuras civiles vitales en SudánEl Comité Internacional de la Cruz Roja advirtió este lunes que el aumento de los ataques en Sudán ha interrumpido gravemente el acceso al agua potable y a la electricidad para millones de personas en todo el país devastado por la guerra.«Estamos presenciando un patrón inquietante de ataques a infraestructura civil crítica, tan esencial para la supervivencia de la población», dijo en una declaración Dorsa Nazemi-Salman, jefa de operaciones del CICR en Sudán, instando a todas las partes a «proteger estas instalaciones vitales», incluidas centrales eléctricas, estaciones de agua y represas.La guerra ha cobrado la vida de decenas de miles de personas, ha desarraigado a más de 12 millones y ha empujado a muchos sudaneses al borde de la hambruna . También ha diezmado la ya frágil infraestructura de Sudán, con ataques a gran escala en las últimas semanas a represas y refinerías de petróleo.Y durante el fin de semana, Naciones Unidas dijo que un ataque con aviones no tripulados de la FAR contra un hospital en El Fasher, en la región occidental de Darfur, en Sudán, había matado a 70 personas, incluidos pacientes que recibían cuidados críticos.El CICR subrayó el lunes que las interrupciones en el suministro de electricidad y agua también tienen graves efectos colaterales en el correcto funcionamiento de los hospitales y, por ende, en la atención sanitaria crítica. La falta de acceso al agua potable «socava la salud pública, aumentando significativamente el riesgo de brotes de cólera y otras crisis sanitarias».La organización exigió que las partes en conflicto «tomen medidas inmediatas para proteger la infraestructura civil crítica, como hospitales e instalaciones de agua y electricidad». «Es su obligación según el derecho internacional humanitario y un compromiso que asumieron a través de la Declaración de Yeddah de mayo de 2023. Si no se adoptan rápidamente esas medidas, los civiles gravemente afectados por el conflicto corren el riesgo de perder el acceso a servicios esenciales».El CICR destacó que la infraestructura esencial, como las centrales eléctricas y las instalaciones de agua, se considera, en el derecho internacional humanitario, como bienes civiles que deben protegerse de los ataques directos y de los efectos de las hostilidades.