Donald Trump tiene un plan para Gaza que consiste en echar a los gazatíes de la Franja para que rehagan sus vidas en Jordania y Egipto, dos países aliados de Estados Unidos e Israel. El presidente estadounidense habló con el Rey Abdalá de Jordania y también llamará al presidente Abdelfatah al Sisi para pedirles que acojan a más palestinos. Las autoridades de Amán y El Cairo y las facciones palestinas en Gaza mostraron su rechazo al plan, todo lo contrario que los ministros ultranacionalistas de Israel que aplaudieron los comentarios de Trump y confían en que lleve adelante este plan que ellos ya pusieron sobre la mesa el primer día de la guerra.El nuevo inquilino de la Casa Blanca apunta a Amán y El Cairo para que se hagan cargo de «probablemente un millón y medio de personas, y simplemente limpiamos todo eso», en alusión a la destrucción absoluta en amplias partes de la Franja que hacen que sea inhabitable. «No sé. Algo tiene que pasar, pero ahora mismo es literalmente un lugar de demolición», apuntó el mandatario estadounidense el sábado en una charla con periodistas a bordo del Air Force One. Consultado sobre la duración estimada de la salida de la población de la Franja, Trump matizó que «puede ser una medida temporal o permanente». «Casi todo está demolido y la gente está muriendo allí. Así que prefiero involucrarme con algunas de las naciones árabes y construir viviendas en un lugar diferente donde tal vez puedan vivir en paz para variar», concluyó el presidente, cuyas palabras tuvieron un impacto directo en Oriente Próximo. Gaza es un lugar donde la mayoría de sus 2,3 millones de habitantes son refugiados de las guerras de 1948 y 1967 y no quieren volver a pasar por esa experiencia.Noticia Relacionada Este sábado estandar Si Hamás altera los términos del acuerdo y liberará a cuatro soldados mikel ayestaran | Corresponsal en EstambulImposible retornar al norteMientras Trump planteaba abiertamente sacar a la mayor parte de palestinos de allí y convertirlos de nuevo en refugiados, miles de gazatíes se plantaron frente al corredor de Netzarim a la espera de que Israel retire sus soldados para poder retornar al norte de la Franja. El acuerdo de alto el fuego pasa por su primera crisis e Israel se niega a permitir el regreso de civiles al norte hasta que Yihad Islámica libere a Arbel Yehud, civil de 29 años secuestrada en el kibutz de Nir Oz el 7 de octubre de 2023. Según el pacto alcanzado en Doha, Yehud debía haber salido el sábado, antes que las cuatro militares. El ministro de Asuntos Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, que se reunió con la Coordinadora Superior de Asuntos Humanitarios y de Reconstrucción de las Naciones Unidas para Gaza, Sigrid Kaag, dejó claro que «nuestra posición es que la solución de los dos Estados es el camino para lograr la paz». Esta es la solución por la que apuesta la comunidad internacional, con EE.UU. a la cabeza, pero que está muy alejada de una realidad en la que el único estado sobre el terreno es Israel. Safadi insistió en que el «rechazo al desplazamiento de población por parte de Jordania es fijo e inmutable». Los jordanos ya acogen en su país a 2,3 millones de refugiados palestinos. «Nuestra posición es que la solución de los dos Estados es el camino para lograr la paz» Ayman Safadi Ministro de Asuntos Exteriores de JordaniaAltos cargos egipcios confirmaron al diario \'Al Ahram\' el «rechazo firme» a este tipo de propuestas de «desplazamiento voluntario» de toda o parte de la franja de Gaza a la Península del Sinaí. Cuando algunos dirigentes israelíes hablaron de esta posibilidad al comienzo de la guerra, el presidente Al Sisi lo describió de «línea roja» y lo rechazó de manera frontal. Desde el lado palestino, el doctor Basem Nain, alto cargo de Hamás, adelantó que los gazatíes «no aceptarán ninguna propuesta o solución, incluso si parecen bien intencionadas bajo el pretexto de la reconstrucción, como la propuesta de Trump». Yihad Islámica, facción que ha combatido en los últimos 15 meses mano a mano con Hamás, emitió un comunicado para decir que la declaración del mandatario estadounidense está «en línea con lo peor de la agenda de la extrema derecha sionista y supone una continuación de la política de negar la existencia del pueblo palestino, su voluntad y sus derechos». Alegría ultranacionalistaEl enfado entre los árabes contrastó con la alegría entre el sector ultranacionalista israelí que aplaudieron las palabras de Trump, el mismo sector que rechazó el acuerdo de alto el fuego con Hamás para el intercambio de rehenes por presos. Para Bezalel Smotrich, ministro de Economía, «la idea de ayudarlos a encontrar otros lugares para comenzar una vida mejor es una gran idea. Después de años de glorificar el terrorismo, podrán establecer nuevas y buenas vidas en otros lugares (…) Sólo un pensamiento innovador con nuevas soluciones traerá una solución de paz y seguridad». El exministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir , que presentó su dimisión tras la firma del pacto con los islamistas, recurrió a su perfil de X para enviar «felicitaciones al presidente estadounidense por la iniciativa de trasladar residentes de Gaza a Jordania y Egipto». El ultranacionalismo israelí sueña con echar a los palestinos de Gaza y volver a levantar colonias en la Franja y con la llegada de Trump piensan que el sueño puede convertirse en realidad.