La Policía de Israel ha registrado dos de las tres sucursales de la Educational Bookshop en Jerusalén Este y ha detenido a Mahmoud y Ahmed Muna , propietarios de esta librería cuyas estanterías recogen una de las mayores colecciones que hay sobre títulos relacionados con el conflicto en árabe e inglés. El hermano de uno de los propietarios declaró al diario \'Haaretz\' que «revisaron los títulos de libros con Google Translate y se llevaron todo lo que no les gustó». Hace 4 años las fuerzas de seguridad asaltaron el centro cultural Yabous y el conservatorio de música Edwar Said , situados también en la parte oriental de la ciudad santa. Desde el Palestinian Center for Human Rights denuncian que este tipo de operaciones «tienen como objetivo desarraigar a los palestinos de la ciudad, borrar su patrimonio y luchar contra cualquier prueba de su existencia e historia en la ciudad; cambiar sus características a favor de la expansión de los asentamientos y crear una mayoría e identidad judía en la ciudad para imponer hechos sobre el terreno que anulan el derecho palestino a ella».Mahmoud Muna se ha convertido en los últimos años en una de las voces más respetadas de la comunidad palestina por su visión y análisis del conflicto. El negocio familiar, que nació como una papelería en los 80, se transformó paso a paso en la única referencia de libros sobre el conflicto y sobre Oriente Próximo del este de la ciudad santa. La mayoría de títulos son en inglés, pero también hay secciones en francés, español, árabe o hebreo. En declaraciones a este medio confesaba que «intentamos reunir el mayor número posible de referencias para poder ofrecer los libros que no ofrecen las librerías de Israel». En sus estanterías se encuentran título de autores israelíes como Ilan Pappe o Avi Shlaim , «imposibles de encontrar al otro lado porque allí solo interesa la propaganda, no hay un mínimo equilibrio».Noticia Relacionada estandar Si Nuevo choque diplomático entre España e Israel por Gaza Mikel Ayestaran El ministro de Defensa, Israel Katz, dice que España está «obligada legalmente» a acoger a los refugiados palestinos por oponerse a la guerraEl otro lado al que se refería Mahmoud, de 42 años y que ha regresó en 2016 a Tierra Santa tras concluir sus estudios en el Reino Unido, es el lado oeste de la ciudad, la parte israelí que es una especie de planeta aparte para la mayoría de árabes. Ocurre lo mismo para los israelíes, para los que el este es un agujero negro en el que prefieren no poner un pie. Las autoridades insisten en ofrecer la imagen de una Jerusalén como «capital indivisible y eterna del pueblo judío», pero la división física que marcaba la Línea Verde hasta 1967 se mantiene y divide a dos mundos diferentes.El negocio original pertenecía a la familia del autor palestino Edward Said , pero el padre de Mahmoud compró la tienda en los 80 y mantuvo el mismo nombre. Lo que empezó como una papelería pasó pronto a vender libros en árabe y en los 90, tras los Acuerdos de Oslo, que parecían la puerta para la llegada de la paz a Tierra Santa, se produjo el desembarco masivo de expatriados llegados de todo el mundo y decidieron empezar a vender títulos en inglés. Aquí surgió también la idea abrir un nuevo local que sirviera como centro cultural, con un espacio para venta de libros, una cafetería y un espacio para charlas y conferencias. Estos dos establecimientos se encuentran en la calle Saladino y la red cultural de la familia Muna se completa con una tercera tienda frente al hotel American Colony, el más emblemático de la parte árabe de la ciudad. Hasta ese momento los únicos libros en inglés se vendían en tiendas israelíes y «ofrecían su propia narrativa, sin tener en cuenta la nuestra, por eso era necesario poner en marcha una librería que pudiera contrarrestar ese discurso único», apuntaba Mahmoud.«Llevamos treinta años con el negocio y, sinceramente, todo lo que había que contar ya se ha escrito. Considero que hay un conocimiento exhaustivo de la situación, quizás sea el conflicto sobre el que más se ha escrito desde el final de la II Guerra Mundial… Lo que falta es voluntad política para solucionarlo, nada más«, reflexionaba Mohamed desde su mesa en la librería del American Colony, un pequeño búnker repleto de libros de Oriente Próximo . Su sueño era que «todos estos años de leer, aconsejar y vender libros sirvan pronto para que diplomáticos y políticos hagan su trabajo y se llegue a una solución porque esto no puede seguir así», un sueño cada vez más lejano.