La mañana del 7 de octubre de 2023 parecía un día cualquiera en Israel. Nada hacía presagiar que el horror llamaba a sus puertas. Nada hasta que, en un movimiento sin precedentes, Hamás lanzó sobre sus ciudades la mayor ofensiva desde que tomó el control de la franja de Gaza en 2007.Hamás lanza la \'Operación Al-Aqsa\'En una operación nunca antes vista , el grupo terrorista lanzó un ataque que sacudió Israel por tierra y aire , simultáneamente. Desde la Franja, Hamás disparó cohetes a territorio israelí y, tras romper las barreras, milicianos del grupo terrorista se adentraron en una incursión terrestre sin precedentes. El ataque alcanzó, incluso, a Tel-Aviv, a 70 kilómetros de Ciudad de Gaza, que sintió los bombardeos de los islamistas.En apenas 17 horas, Hamás sacudió los cimientos de Israel, en un ataque que para el país hebreo ya se ha convertido en su 11-S particular. Durante horas, milicianos de Hamás se mantuvieron atrincherados en varios kibutz. O atacando con violencia a quien se cruzase en su camino. Jóvenes corren para evitar ser atrapados por milicianos de Hamás durante el festival Nova el 7 de octubre ABCTras el shock inicial, y un silencio sepulcral de horas, el primer ministro israelí enarboló un certero «estamos en guerra y la vamos a ganar» como respuesta. Aquel día, Israel revivió un trauma que nunca llegó a borrar. El mismo del que todavía hay rastro: más de 100 israelíes siguen cautivos en los túneles de Hamás.El «completo asedio» de GazaLa misma mañana del 7 de octubre, Israel activó la operación «Espadas de hierro». La aviación israelí comenzó su ofensiva bombardeando sin cesar la Franja y Netanyahu declaró el estado de guerra.Apenas 48 horas después, Israel dio inicio al «asedio total» de Gaza. Las operaciones, en un primer momento, se centraron en Ciudad de Gaza. El 13 de octubre, el Gobierno de Netanyahu lanzó un ultimátum para evacuar hacia el sur a más de un millón de personas. Así, en la primera fase de la ofensiva, el Ejército israelí cortó la carretera de Saladino -que une el paso de Erez en el norte con el de Rafah, en el sur- para dividir la Franja en dos. El 6 de noviembre , Israel anunció que sus tropas habían llegado al mar. [mapa respuesta israelí]Tras esto, se desplegó hacia este y sur forzando el desplazamiento de miles de gazatíes al sur engordando la crisis humanitaria de Gaza. Tras meses de escaramuzas, bombardeos y treguas para intercambiar presos por rehenes, el pasado junio, Israel tomó el control del paso de Rafah, en la frontera con Egipto. Hasta ese momento, el único que no controlaba dentro de la Franja.Hace apenas diez días, Netanyahu, horas antes de atacar Líbano, aseveró ante la ONU que su país no buscaba otra cosa que la paz. «Esta es la verdad: Israel busca la paz, Israel ansía la paz, Israel ha hecho la paz y la volverá a hacer», dijo. Y lanzó un último aviso: «Continuaremos en Gaza hasta la victoria total».La destrucción de la FranjaDesde que en 2007 Hamás tomase el control de la Franja y que Israel la declarase «entidad hostil», tras un ataque con cohetes, Gaza se convirtió en un territorio enjaulado . Una prisión al aire libre de 365 kilómetros en la que viven más de dos millones de personas de la que nadie entra, o sale, sin que Israel lo sepa. Y, desde que el Gobierno de Benjamin Netanyahu anunciase el «completo asedio» de la Franja, la crisis humanitaria no ha hecho más que recrudecerse. En 2023, según las estimaciones de Naciones Unidas, la media de camiones con suministros de cualquier tipo que entraban en Gaza era de 500 al día. Ahora, el bloqueo es total.A la falta de comida, electricidad o agua, se une el empeoramiento de una ya deficitaria red hospitalaria en la que, según la OMS, de los 36 hospitales de Gaza, 19 están inoperativos. Los restantes, subsisten de forma parcial y entre cortes de energía e insalubridad. En estos 12 meses, más de 41.000 personas han muerto en la Franja y la cifra de heridos se acerca a los 100.000, según las autoridades palestinas. Entre los días 24 y 25 de octubre de 2023 casi 1.500 murieron por los combates. Apenas un mes después, el 21 de noviembre, la cifra de muertos fue de 828, la más elevada en un solo día de guerra.La crisis no es solo sanitaria, sino que vertebra el día a día en la Franja, donde ya todo es ruina. Los bombardeos han reducido a escombros gran parte de un territorio en el que las casas ahora son refugios o los colegios campos de batalla.
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