Un organismo dependiente del Ministerio de Salud de Brasil inició una investigación por la muerte de unos 200 personas que, sin saberlo, participaron de un estudio irregular en donde le aplicaron proxalutamida, una droga experimental que se aplica para algunos tipos de cáncer, a pacientes con coronavirus.
Según informó el diario El País, las víctimas fueron utilizadas “como cobayas” y nunca se les informó, ni a ellas ni a sus familiares, que habían sido involucradas en un estudio para probar la seguridad y eficacia del tratamiento.
La potencial gravedad del caso quedó expuesta el pasado 9 de octubre, luego de que investigadores de la Red Latinoamericana y del Caribe de Educación en Bioética de la Unesco hicieran público un documento.
Fue allí donde señalaron que este podría ser uno de los “episodios más serios y graves de infracción ética” y de “violación de los derechos humanos” de pacientes en la historia de América Latina.
“Es urgente que, si se demuestran las irregularidades, se investigue a todos los implicados —incluidos los equipos de investigación, las instituciones responsables y los patrocinadores, nacionales y extranjeros— y se les exija responsabilidades éticas y legales”, dice el texto.
Un estudio mundial
Siempre según el diario español, la Comisión Nacional de Ética en la Investigación (CONEP, por sus siglas en portugués) había autorizado un estudio con proxalutamida a principios de 2021.
Sin embargo, las irregularidades surgen a partir de un estudio llevado a cabo en Itacoatiara, en el Estado de Amazonas, que implicó a muchas más personas que las acordadas (645 participantes, cuando el número permitido era 294).
Por otra parte, ese estudio también involucró a pacientes "gravemente enfermos", algo que tampoco estaba contemplado en el protocolo inicial. La proxalutamida, una droga que inhibe la testosterona, no está registrada en Brasil y no se utiliza en ningún tratamiento en el país.
Además del caso de Itacoatiara, el organismo recibió denuncias de que el mismo experimento se había llevado a cabo en Manaos, Maués y Parintins (ciudades del Estado de Amazonas, en el norte de Brasil), y otras tres ciudades del sur. Ninguno de ellos había sido autorizado por la Comisión.
El estudio internacional para comprobar la eficacia de la proxalutamida contra la COVID-19, que lleva adelante Suzhou Kintor Pharmaceuticals, se llevó a cabo en otros países del mundo, entre ellos la Argentina.
La investigación local fue autorizada por ANMAT en julio de este año y el reclutamiento de pacientes está a cargo del Sanatorio de la Mujer de la ciudad de Rosario. Fuentes oficiales dijeron a Clarín que no se reportaron por ahora problemas en el desarrollo del ensayo de fase III, que tiene un monitoreo constante.
Según el protocolo, debían participar 50 voluntarios hombres con síntomas leves o moderados de COVID-19.