Irán respondió ayer con una cascada de declaraciones de manual al anuncio de la tregua pactada en Gaza , subrayando que el acuerdo es «una victoria del pueblo palestino, una derrota de Israel «, y el resultado de la »resistencia frente al enemigo sionista«. La difusión del mensaje del líder supremo iraní, el ayatolá Jamenei , fue acompañada de otras del mismo tenor por parte de las autoridades persas de menor rango. ¿Qué otra cosa puede hacer Teherán después de contemplar cómo, en el margen de poco más de un mes, han caído tres de los peones del llamado eje antiisraelí en Oriente Próximo ?Primero fue el movimiento chií libanés de Hizbolá , el principal martillo del régimen teocrático persa para golpear Israel desde el comienzo de la guerra en Gaza en 2023. Hizbolá tiró la toalla a finales de noviembre pasado y ha dejado de ser la pieza clave del régimen político libanés. Llegó luego la caída del dictador sirio , Bashar al Assad , el 8 de diciembre, y con ella la salida de Damasco de los asesores –y flujos de dinero y armas– iraníes. Ahora se produce la tregua en Gaza, que es la constatación del fracaso del movimiento Hamás . El grupo radical palestino es suní, pero está apoyado por el Irán chií porque es más lo que une que lo que separa a ambos: el odio al Estado de Israel.Teherán no tiene pues más remedio que simular, e improvisar una retirada, ante la tormenta contra sus intereses que se ha desencadenado en la región.Noticia Relacionada estandar Si Los bombardeos del Ejército de Israel silencian las celebraciones en Gaza Mikel Ayestaran Al menos 77 muertos horas después de que Donald Trump anunciara el acuerdoEl rosario de noticias luctuosas para Irán tendrá su colofón el lunes que viene, con la entrada de Donald Trump en la Casa Blanca. La agenda para Oriente Próximo del nuevo presidente repite, en lo relativo al viejo contencioso de Estados Unidos con Irán, las mismas coordenadas de su primer mandato. En pocas palabras, más jarabe de palo para el régimen de los ayatolás, que no renuncian a su proyecto de desarrollo del arma nuclear para situarse en un pie de igualdad con Israel.Teherán no guarda ningún buen recuerdo del primer mandato del líder republicano, y esa evocación le aconseja mantener prudencia y reducir al máximo su perfil en estos primeros meses de nueva Administración. No es previsible que la presión europea cambie la decisión tomada en su día por Trump de retirarse del acuerdo nuclear con Irán –ante la sospecha de que se incumplía–, y con ella la reanudación de sanciones contra la economía iraní. Ni siquiera Biden creyó oportuno resucitar el pacto con los ayatolás. Nerviosismo ante la llegada de TrumpEl nerviosismo que produce en Irán el retorno de Trump se relaciona también con su promesa de impulsar los llamados Acuerdos de Abraham , la negociación auspiciada en su día por la Casa Blanca que condujo al establecimiento de relaciones de Israel con Emiratos Árabes Unidos , Bahréin , Marruecos y Sudán . Arabia Saudí , el premio mayor, se quedó a las puertas. Si en el segundo mandato de Trump se logra ese paso histórico, Irán podría verse desplazado de la región por mucho tiempo.En el terreno interno, la debilidad que muestra Teherán guarda también relación con las tensiones en el seno del régimen fundamentalista por la avanzada edad de Jamenei. El líder supremo, sucesor de Jomeini , va a cumplir 86 años y su estado de salud es uno de los secretos mejor guardados de la dictadura. Esa sensación de provisionalidad, y de incógnita respecto a la sucesión, pesa en el ánimo de la política iraní. ¿Qué ocurrirá cuando Jamenei fallezca o se vea incapaz de aparecer en público? En cierta medida es también el desconcierto de la clase política palestina que quiere sustituir a Hamás en Gaza, pero recuerda que el presidente Mahmud Abás va a cumplir 88 años.