«Debéis seguir lo que marque vuestro corazón en esto. Pero acordaos: también tenemos que ganar elecciones para recuperar nuestra cultura y salvar al país». Donald Trump se dirigía así en primaria a los republicanos sobre el aborto y su regulación. Es un asunto central en la elección. Junto a la impopularidad del propio Trump en una buena parte del país, el aborto es la gran baza de Kamala Harris y de sus aliados demócratas. Es el asunto que podría impedir el regreso triunfal del multimillonario neoyorquino a la Casa Blanca. Aquello era una forma de decir al electorado republicano: no podemos convertir el aborto en algo que suponga nuestra derrota. Ahora, a casi un mes para la elección, con la carrera ajustada al extremo con Harris , Trump y su campaña se esfuerzan al máximo para conseguirlo, por encontrar un mensaje sobre aborto que no ahuyente a los votantes moderados e independientes, una de las claves que puede mover la elección. Y el expresidente tiene una carta con la que nadie contaba: su mujer, Melania Trump.La huidiza exprimera dama ha sacudido la campaña con su posición sobre el aborto. Después de pasarse años sin dar entrevistas, escondida durante la campaña de su marido, Melania publica sus memorias la semana que viene, a tiempo de contribuir a la imagen de Trump de cara a los votantes. \'The Guardian\' ha tenido acceso a un extracto del libro en el que la exmodelo eslovena defiende de forma tajante el derecho al aborto.«Es imperativo garantizar que las mujeres tengan autonomía para decidir su preferencia por tener hijos, basado en sus propias convicciones, sin ninguna intervención o presión por parte del Gobierno», escribe Melania en su libro. «¿Por qué debería cualquiera que no sea la propia mujer determinar lo que hace con su propio cuerpo? El derecho fundamental a la libertad individual, a su propia vida le concede la autoridad para acabar con el embarazo si así lo desea», continúa. «Restringir el derecho de una mujer a acabar con un embarazo no deseado es lo mismo que negarle el control sobre su propio cuerpo. He mantenido esta creencia durante toda mi vida adulta».Prohibición total o restricciones fuertesEs una posición en las antípodas de la línea de las bases conservadoras de Trump, que oscilan entre la prohibición total del aborto y restricciones fuertes, como permitir la interrupción del embarazo solo en las seis primeras semanas de gestación. Es a la vez, una posición que no sorprende para una exmodelo eslovena, que hizo carrera en la progresista ciudad de Nueva York, donde conoció a su marido. Y es una posición que no extrañaría en Trump, un ligón neoyorquino casado en terceras nupcias, del que no se conocía su afición por la iglesia hasta que desembarcó en política.Eso cambió en la campaña presidencial de 2016, donde ofreció un pacto a los conservadores del Partido Republicano: si perdonáis mis pecados y me dais el voto, yo os daré jueces conservadores. Trump ganó y cumplió con creces. Tuvo la oportunidad de nominar tres magistrados para el Tribunal Supremo y los eligió de esa línea, con lo que amplió su mayoría conservadora. El legado de Trump en el Supremo trajo frutos para los conservadores. En junio de 2022, el alto tribunal eliminó las protecciones constitucionales al acceso al aborto establecidas desde la década de 1970 y dejó su regulación en manos de los estados. De forma inmediata, decenas de estados conservadores prohibieron el aborto o impusieron restricciones muy duras.Factura políticaDe puertas afuera, Trump celebró la sentencia. De puertas adentro, confesó que tendría una factura política. No se equivocó. Unos meses más tarde, en las elecciones legislativas de 2022, los republicanos obtuvieron un resultado muy por debajo de lo esperado. Uno de los factores fue la movilización demócrata como respuesta a esa sentencia.Trump trata de evitar ahora que el aborto frene sus opciones. Ha pasado de sacar pecho por la sentencia del Supremo y calificarse como el «presidente más pro-vida de la historia» a recalibrar su mensaje. En verano, se distanció del Proyecto 2025, un ideario conservador para el próximo presidente republicano que incluye fuertes restricciones regulatorias, como la prohibición del uso de pastillas abortivas, el método de aborto más utilizado. De forma progresiva, tanto Trump como su candidato a vicepresidente, J.D.Vance, han suavizado sus posiciones conforme se acerca la cita con las urnas.Vance, que defendió en el pasado una prohibición federal del aborto, se escabulló de la pregunta en el debate entre candidatos a vicepresidentes de esta semana y repitió que los republicanos tienen que «recuperar la confianza de las mujeres en este asunto». Trump ha pasado de no responder sobre si impulsará ese tipo de restricción nacional a asegurar, este mismo miércoles, que, con su poder presidencial, vetará cualquier intento legislativo al respecto.Coordinación con TrumpEn ese caldo de cultivo es donde aparece ahora la confesión de Melania Trump sobre el aborto. Es difícil saber cuánto hay de estrategia política en el contenido de sus memorias. Pero es también difícil pensar que no haya coordinación con su marido sobre un libro que aparece a un mes de la elección y después de que uno de los escándalos sexuales de Trump -su relación extramatrimonial con una actriz porno, cuando Melania estaba embarazada de su hijo- haya estado en el centro del juicio en Nueva York en el que el presidente fue declarado culpable de delitos.Melania dobló la apuesta ayer, después de que se conocieran esos extractos de su libro. «La libertad individual es un principio que yo defiendo», dijo en un vídeo compartido en redes sociales, en el que asegura que «no hay espacio para la negociación» al respecto.El impacto político de la postura de la exprimera dama está por ver. Es evidente que es un disgusto para la América conservadora, pero cuesta creer que quienes están en contra del aborto vayan a negar por ello el voto a quien les regaló una victoria histórica por su impacto en la composición del Supremo. Con la elección tan empatada, si la posición de su esposa le acerca a un puñado de votos de mujeres, moderados o independientes, sería una victoria fenomenal para Trump.