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Internacionales

La política energética de la UE debilita al gobierno de Noruega

Noruega no es miembro de la UE, pero es su más importante proveedor de gas. También suministra petróleo y electricidad que, especialmente desde el inicio de las sanciones a Rusia, se ha vuelto de crucial importancia geoestratégica. Pero las ventas masivas de energía a países europeos elevan artificialmente el precio para los consumidores internos e incluso causan momentos de tensión en el suministro local, una situación que solivianta a los noruegos y que acaba de tumbar la coalición de gobierno. El socialdemócrata Jonas Gahr Støre seguirá gobernando en minoría hasta las elecciones de septiembre, un gobierno débil y en medio de serias presiones internacionales, que debe responder por los precios de la energía más altos desde 2009. Desde la Confederación Noruega de Industria y Energía se ha pedido al gobierno de Oslo que no renueve los cables conectores con el extranjero. «Esperamos que el gobierno le diga claramente a Statnett que no es apropiado renovar estos cables», ha declarado su director, Frode Alfheim, sobre una medida que causaría una nueva crisis energética en Europa. Si Støre no aguanta la presión, Europa podría verse envuelta en una nueva crisis energética.Noticias relacionadas estandar No Qué supone para Europa el corte del suministro del gas ruso y que pasará con el precio M.C. estandar No Detenido un barco con tripulación rusa sospechoso de dañar un cable entre Suecia y Letonia Europa PressAunque Noruega no es miembro de la UE, está estrechamente vinculada a ella como estado del Espacio Económico Europeo (EEE). En virtud del Acuerdo de Oslo, está obligada a adoptar políticas comunitarias en varios sectores, como el energético. Bruselas ha instado al gobierno noruego a implementar un paquete de medidas para el mercado energético de la UE adoptado en 2019 y denominado «Energía limpia para todos los europeos», que consta de un total de ocho reglamentos y directivas para establecer una serie de requisitos para aumentar la energía renovable y fomentar la construcción con energía limpia. Støre está decidido a incorporar al derecho noruego al menos las tres directivas menos controvertidas, pero el Partido del Centro Campesino (SP), fundado en Noruega en octubre de 2021 con un programa euroescéptico, con el que venía gobernando, se ha opuesto rotundamente. Sobre todo ha rechazado la ampliación de poderes de la Agencia de la UE para la Cooperación de los Reguladores de la Energía , argumentando que el debilitaría el control nacional de Noruega sobre el sector energético y que unos vínculos más estrechos con el mercado energético de la UE podrían conducir a precios todavía más elevados de la electricidad para los noruegos. «Estaba claro para nosotros desde el principio que no se trataba en absoluto de iniciar el proceso de estrechar lazos con el mercado eléctrico disfuncional y la política energética de la UE», ha defendido el líder del SP, Trygve Magnus Slagsvold Vedum. « La ambición de la UE es que eventualmente tengamos un mercado eléctrico común para toda Europa y esa es una buena idea para los países que históricamente han sufrido precios de electricidad altos, pero una muy mala idea para Noruega, que históricamente ha tenido precios de electricidad más bajos y los está perdiendo», explica, y llama a «retomar el control sobre la política energética noruega».Desde el descubrimiento del petróleo del Mar del Norte en 1969, los abundantes recursos energéticos de Noruega han otorgado al gobierno noruego un papel central en la gestión de esta riqueza, con una participación estatal mayoritaria del 67 por ciento en Equinor, la compañía petrolera nacional. El pasado mes de diciembre, debido a la necesidad de suministro a Alemania, el precio de la energía en Noruega se multiplicó por veinte y ha llevado incluso al Partido Socialdemócrata a estudiar el bloqueo de dos cables interconectores eléctricos que unen el país con Dinamarca, antes de que se renueven en el año 2026. «No podemos seguir así, la situación se nos ha ido de las manos y tenemos que recuperar ese control» ha reconocido Are Tomasgard, miembro del comité de programa del partido. Noruega también está considerando revisar los vínculos u contratos energéticos con Reino Unido y el resto de países del norte de Europa, medidas que apoyan casi todos los partidos políticos del país. Los más afectados serían Dinamarca, Polonia, Países Bajos, países bálticos y Alemania, que necesitan grandes cantidades de energía.Actualmente hay 17 cables eléctricos que suministran energía desde Noruega a países de la UE, con una capacidad de transmisión total de 8.500 megavatios. Los cables que conectan el sistema noruego con Dinamarca se construyeron para vender el excedente de energía en 1976 y 1977 y deben ser renovados el próximo año . En 2021 fueron construidos nuevos cables que conectan con Alemania y Reino Unido y desde entones la factura de la luz de los noruegos ha aumentado en un promedio del 10%.

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