Kristi Noem, exgobernadora de Dakota del Sur, fue confirmada el pasado domingo por el Senado de EE.UU. como nueva secretaria de Seguridad Nacional (un cargo equivalente al ministro del Interior en España). Poco después, en la madrugada del martes, se enfundó un chaleco antibalas de la Policía de Inmigración y Aduanas (ICE, en sus siglas en inglés; \'la migra\', como se la conoce en la calle) y se fue de redada en busca de inmigrantes indocumentados en Nueva York.Después, Noem documentó con detalle su participación en la noche de redadas, la más ambiciosa en la Gran Manzana desde la llegada de Donald Trump al poder, en la que ha insistido en ejecutar el «mayor programa de deportaciones de la historia de EE.UU.».La secretaria de Seguridad Nacional compartió un vídeo de la detención de un inmigrante acusado de «secuestro, agresión y robo» en un edificio del Bronx. «Estamos en Nueva York esta mañana, sacando a esta escoria de las calles», dijo Noem a la cámara.La intención de la elegida por Trump para dirigir las fuerzas de seguridad del país era, como ha hecho hasta ahora la incipiente Administración, mandar un mensaje de mano dura: redadas muy publicitadas en un lugar simbólico.Noticia Relacionada Colombia recula ante los aranceles estandar Si El presidente impone sus deportaciones y doblega a América Latina David Alandete | Corresponsal en Washington Petro provoca una crisis diplomática sin precedentes en un intento fútil de detener repatriaciones por vía militarNueva York es la mayor ciudad de EE.UU. También es la gran ciudad de los inmigrantes, por donde han entrado buena parte de las poblaciones que han nutrido al país desde su creación. En la actualidad, todavía uno de cada tres neoyorquinos ha nacido en otro país. Y es donde más inmigrantes indocumentados se estima que hay, cerca de 400.000.En los últimos dos años, la Gran Manzana se ha visto desbordada por un aluvión de llegadas de inmigrantes indocumentados, que han ahogado las infraestructuras de atención social de la ciudad. Se estima que desde comienzos de 2023, cuando empezaron a llegar los inmigrantes en masa desde la frontera sur -en muchas ocasiones, con viajes facilitados por las autoridades republicanas de esos estados-, la ciudad se ha gastado 5.000 millones de dólares en atender las necesidades de los inmigrantes.Nueva York es, además, una \'ciudad-santuario\', donde las instituciones locales -controladas por demócratas- se niegan a participar con las fuerzas de seguridad federales en la localización, arresto y procesamiento de inmigrantes indocumentados.En los últimos días, el ICE ha multiplicado sus efectivos para realizar detenciones. Lo habitual es que cinco equipos de \'la migra\' operen en Nueva York. En la mañana en la que tuvieron a Noem de invitada eran veinte equipos. Su prioridad es la detención de inmigrantes indocumentados con antecedentes criminales. Por ejemplo, arrestaron a un dominicano perseguido por la Interpol por homicidio. Pero la Administración Trump ha advertido que si en el transcurso de las redadas se topan con inmigrantes indocumentados sin antecedentes, también serán detenidos. En las pocas horas de redadas en las que Noem estuvo empotrada en uno de esos equipos, se detuvieron a veinte personas. De ellos, ocho no tenían antecedentes.Mensajes durosEsos números muestran que, por el momento, la Administración Trump está siendo más capaz de mandar un mensaje de dureza que de realizar los arrestos y deportaciones masivas que el nuevo presidente prometió en campaña.Trump exigió el pasado fin de semana que las oficinas del ICE cumplan cuotas exigentes. El objetivo son 75 arrestos por día para cada una de las 25 oficinas repartidas por todo el país. El impacto de la cuota se notó de inmediato: de 286 arrestos el sábado, el día que Trump exigió ese objetivo, se pasó a 1.179 arrestos el domingo.No está claro cuántos de estos inmigrantes indocumentados han sido deportados de inmediato. Según los números del departamento de Noem, se han realizado 7.300 deportaciones desde el comienzo de la Administración Trump. La mayoría de ellos son devoluciones inmediatas de inmigrantes arrestados al cruzar la frontera, pero también se incluyen los vuelos de deportación que se han producido, algo habitual, por otro parte, en anteriores Gobiernos.