Son ya 50 los diputados dispuestos a dar inicio al proceso de ilegalización, más de los 37 necesarios en el Bundestag para la presentación de la moción multipartidaria que desde hace meses preparan miembros del Partido Socialdemócrata (SPD) , Los Verdes, La Izquierda y la Unión Cristianodemócrata (CDU). Su objetivo es que el Tribunal Constitucional ilegalice el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) . Que sea declarado inconstitucional y que sus bienes sean confiscados. Alternativamente, el texto de la moción solicita la exclusión de AfD de la financiación estatal de los partidos. El avance de AfD en las pasadas elecciones europeas (15,9%), así como en las recientes regionales de Turingia (32,8), Sajonia (30,6%) y Brandemburgo (29,2%), así como las encuestas de cara a las elecciones federales que tendrán lugar en otoño de 2025, si no hay adelanto, que adelantan un segundo puesto para AfD con alrededor del 20% de los votos, ha reavivado una vieja idea de hacer valer en los tribunales los coqueteos y juegos abiertos de la formación política con ideas ajenas, cuando no contrarias, a la Ley Fundamental alemana.El texto de la moción, que el Bundestag presentaría ante el Constitucional una vez votada, pide que en primer lugar sean retirados los agentes de inteligencia infiltrados en el partido, porque desde que ha sido declarado oficialmente sospechoso de promover ideas inconstitucionales está sometido a vigilancia. Esta premisa es aconsejable si se tiene en cuenta la experiencia con el intento de prohibición de otro partido, el NPD, de corte neonazi, que fracasó en Karlsruhe en 2003 porque resultó que varios de los encausados eran en realidad agentes infiltrados. La moción propone como segundo paso que el presidente del Bundestag nombre representantes legales y se de inicio al proceso.Noticia Relacionada Elecciones en Alemania estandar Si Mujer, agresiva, atea y liberal: Alice Weidel, la candidata de AfD Rosalía Sánchez Con una sólida carrera académica y profesional previa a su paso por la política, tiene una unión civil con una mujer proveniente de Sri Lanka con la que educa a dos hijos. El partido confía en su perfil para atraer votos de la izquierdaLa iniciativa ha partido del diputado de la CDU Marco Wanderwitz. En el debate previo han participado también Carmen Wegge del SPD y Till Steffen, Katrin Göring-Eckardt y Michael Kellner de Los Verdes. El grupo La Izquierda está representado por Martina Renner y Anke Domscheit-Berg. Los requisitos para una prohibición se basan en el artículo 21 de la Ley Fundamental que prohibe que un partido trabaje para perjudicar o eliminar el orden básico libre y democrático o a poner en peligro la existencia de la República Federal de Alemania. La prohibición de la discriminación es también«descaradamente cuestionada» por AfD, señala el texto. Sus autores se remiten, además, a la sentencia del Tribunal Administrativo Superior de Münster, que confirmó a mediados de mayo la clasificación del AfD como caso sospechoso de extrema derecha. También se refieren a la «reunión secreta de Potsdam» y a los recientes acontecimientos relacionados con la constitución del parlamento estatal de Turingia . Después de todo esto, los defensores de la moción consideran llegado el momento de «contrarrestar el creciente peligro para el orden básico libre y democrático iniciando procedimientos para examinar la constitucionalidad de la AfD ante el Tribunal Constitucional Federal». Pero aunque los argumentos legales carecen de discusión, políticamente sí haya reparos y no es seguro que una mayoría vote a favor de la moción. Diputados de todos los partidos se muestran escépticos ante la prohibición de una partido con gran apoyo en las urnas, que lo convertiría en mártir del sistema y muchos señalan la conveniencia de esperar a la decisión pendiente de la Oficina para la Protección de la Constitución, el servicio secreto nacional, que anunciará pronto si eleva el grado de amenaza y califica oficialmente a AfD como un partido «extremista certificado», no sólo «extremista sospechoso». El presidente del SPD, Lars Klingbeil, es uno de los partidarios de la espera. «Si los expertos llegan a la conclusión de que AfD pone en peligro el Estado y la convivencia en Alemania, entonces tendremos que volvernos políticamente activos«, ha declarado.En los pasillos del Bundestag se advierte contra «medidas apresuradas» que, en última instancia, podrían hacer un gran servicio a AfD, y que sólo de iniciarse un procedimiento si está fundamentalmente claro que no fracasará, porque si AfD ganase en Karlsruhe, quedaría condecorado con el título oficial de «constitucional» que ahora no posee. También se advierte contra el peligro de llegar demasiado tarde: el grupo parlamentario de AfD en Turingia acaba de anunciar que presentará su propio candidato como miembro adjunto del Tribunal Constitucional regional. Es la primera medida anunciada por AfD tras convertirse en la mayor fuerza del parlamento regional y sin haberse todavía formado gobierno. El canciller Olaf Scholz se ha limitado por ahora a mostrar su escepticismo sobre el final exitoso del procedimiento. «Tenemos que prepararnos muy, muy cuidadosamente cuando se hacen cosas como esta, por eso no está en la agenda ahora», ha dicho, mientras los impulsores de la moción intentan hacerle hueco en la agenda parlamentaria del Bundestag.