«Seamos honestos, una paz en estas condiciones no es sostenible», ha descalificado el ministro de Exteriores de Estonia, Margus Tsahkna un acuerdo sin Ucrania y sin Europa, «las garantías de seguridad deben ser negociadas entre Ucrania, los europeos y Estados Unidos. Trump no puede negociarlos directamente con Putin. Por lo tanto, el principio es muy claro: los acuerdos hechos por encima de las cabezas de Europa y Ucrania no son sostenibles». Tsahkna traza paralelismos con el Acuerdo de Múnich de 1938, firmado por Reino Unido, Francia, Italia y Alemania con el objetivo de apaciguar la Crisis de los Sudetes y que sirvió de plataforma a Hitler para hacerse con toda Checoslovaquia un año después. Si el despliegue de fuerzas de mantenimiento de la paz de la OTAN en Ucrania se hace realidad, «Estonia sin duda participaría», ha dicho, motivo por el que la presencia de Estonia es irrenunciable en las negociaciones. Así lo ha defendido también su colega de Defensa, Hanno Pevkur : «Tenemos que estar allí, no hay duda al respecto. De lo contrario, esta paz no será duradera». Tras conversaciones e intercambios con los países de los gobiernos vecinos, que están de acuerdo en este enfoque, Estonia subraya que «no solo estamos hablando de Ucrania y de ayudarla, sino de nuestra propia seguridad y de la arquitectura de seguridad de Europa: las garantías de seguridad para Ucrania también significan garantías de seguridad para nosotros. Y aunque tenemos muy clara nuestra posición de que la garantía más eficaz y funcional es la pertenencia a la OTAN, entendemos que esto no es alcanzable hoy en día y, de hecho, Europa debe asumir una responsabilidad real como proveedora de garantías de seguridad junto con Estados Unidos». Noticia Relacionada Atropello masivo con 28 heridos estandar No Un refugiado afgano revienta la seguridad de la Cumbre de Múnich rosalía sánchez corresponsal en berlín El conductor del vehículo ha sido detenido, ha informado la Policía en redes sociales, en un mensaje en el que ha añadido que no supone una amenaza mayorEn paralelo a este posicionamiento, los países bálticos están haciendo llegar a Bruselas la necesidad de un fondo europeo para la defensa que ayude a suplir las carencias de sus ejércitos, pequeños en tamaño e insignificantes en un potencial conflicto con Rusia.También reclaman su lugar en la mesa de negociaciones los países nórdicos, escudados en el hecho de que las naciones europeas proporcionaron alrededor del 60% del apoyo militar a Kiev el año pasado y deben estar involucradas, especialmente en un momento en el que Estados Unidos exige que Europa asuma más responsabilidad por la seguridad de Ucrania a largo plazo. El ministro sueco de Defensa, Pål Jonson, ha insistido en que «es muy natural y necesario que estemos involucrados en las conversaciones».