España e Israel vuelven a enfrentarse a cuenta de la guerra en Gaza . El Gobierno israelí ya se ha puesto manos a la obra para implementar el plan de Donald Trump de expulsar a los palestinos de Gaza y el ministro de Defensa, Israel Katz , apunta a España, Noruega e Irlanda como posibles destinos. Katz explicó ayer que estos países «han formulado acusaciones falsas contra Israel por sus acciones en Gaza y están legalmente obligados a permitir que cualquier residente entre en su territorio». Como respuesta, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares , argumentó que España toma sus decisiones «soberana y autónomamente» . Además, recordó que «ningún tercero», en clara alusión al Gobierno israelí de Benjamin Netanyahu, le «tiene que decir lo que hacer».Lo hizo, eso sí, indirectamente y negándose primero a contestar al ministro de Defensa israelí. «No comento comentarios de terceros», respondió en RNE sobre las declaraciones de Katz. Pese a declinar dar su opinión sobre «los comentarios» del ministro de Defensa israelí, el jefe de la diplomacia española insistió después en la posición autónoma de España, «reconocida» y «aplaudida» por sus socios europeos y árabes. «España no tiene dobles estándares. Decimos lo mismo en Ucrania que en Palestina. Decimos lo mismo cuando las víctimas son niños blancos y con ojos azules que cuando son niños de pelo oscuro y piel oscura», aseguró.Noticia Relacionada Marido de Ivanka Trump estandar No Jared Kushner, el yernísimo que susurra a Trump y que ideó el \'resort\' en Gaza Lorena Gamarra Durante el primer mandato de Trump ejerció de mano derecha y asumió la responsabilidad de resolver el conflicto entre Israel y PalestinaEn esa línea, rechazó «tajantemente» el plan de Trump para Gaza, como ya hizo el día anterior, porque «la tierra de los palestinos gazatíes es Gaza» y ningún otro pueblo más que los propios palestinos debe intervenir en ese debate. «Gaza debe ser parte del futuro Estado palestino, como quiere España y la mayor parte de los países del planeta», incidió.Sobre la «obligación» legal de España de acoger residentes de Gaza, como señaló Katz, el ministro de Asuntos Exteriores español recordó que nuestro país ha acogido «puntualmente» a los palestinos que necesitaban ayuda —«niños enfermos, personas gravemente mutiladas, palestinos que requerían el asilo y el refugio en España...»—, pero eso «no quita que la tierra y el lugar de los palestinos es Palestina y de los gazatíes es Gaza».También se sumó a la polémica la número dos del Gobierno español, la vicepresidenta María Jesús Montero , quien calificó de «disparate» tanto el plan de Trump como la propuesta de Israel de que España sea uno de los países de destino de los palestinos expulsados de Gaza. Montero no contempla que las pretensiones de EE.UU. y el Gobierno de Netanyahu puedan «ser una realidad», e instó a ambas administraciones a resolver el conflicto de «forma racional», acorde con el siglo XXI, «que no es por invasiones territoriales».«España siempre va a defender un respeto al orden internacional y a los derechos humanos. Por tanto, la integridad territorial de cada una de las partes del mundo es imprescindible mantenerla dentro de las reglas de juego», defendió la vicepresidenta primera del Ejecutivo de Pedro Sánchez en declaraciones a los medios de comunicación.HipocresiaKatz, el responsable de Defensa israelí, acusa a españoles, noruegos e irlandeses de «hipocresía» y recordó que «hay países como Canadá , que tienen un programa de inmigración estructurado y anteriormente expresaron su voluntad de acoger a residentes de Gaza».Pese a la propuesta del ministro israelí y a la extrema situación humanitaria, en Gaza no se percibió una respuesta de euforia ante la posibilidad de viajar al exterior. La prensa israelí advirtió del riesgo para Israel de forzar la salida de habitantes que no quieren irse a unos países que tampoco tienen la obligación de hacerse cargo de ellos. En caso de que Trump y Netanyahu lo hagan, bajo el pretexto de que Hamás usa a los civiles como «escudos humanos», se enfrentan a acusaciones de crímenes de guerra y limpieza étnica, como advirtieron desde Naciones Unidas , un organismo al que no prestan demasiada atención ambos líderes. El plan de Trump eclipsa al proceso de alto el fuego , que vive su primera fase y que el fin de semana tiene marcado un nuevo intercambio de rehenes por presos palestinos. Las negociaciones para la segunda fase del acuerdo, que recoge la liberación de todos los cautivos y asentar las bases para el alto el fuego definitivo, no han comenzado y es una mala señal. En lugar de centrarse en consolidar un pacto que hasta ahora funciona y ha costado meses de duras negociaciones, el presidente estadounidense ha introducido una variante en el juego que deja en el aire las siguientes dos fases. Para abrir el abanico de posibles destinos de acogida para los dos millones de gazaties, el Canal12 de la televisión israelí señaló que la administración Trump estaría valorando también Marruecos , Puntlandia y Somalilandia , en el cuerno este de África , «tres países que tienen en común una fuerte necesidad de apoyo de Estados Unidos».BloqueoLa entrada en vigor del alto el fuego no ha supuesto el final del bloqueo e Israel mantiene el control total sobre entradas y salida de Gaza por tierra, mar y aire. Katz indicó que los militares le presentarán un plan que recoja «opciones de salida a través de cruces terrestres, así como acuerdos especiales para la salida por mar y aire». El responsable de Defensa no concretó si se trata de un viaje de ida o si estará permitido el retorno, el gran temor de los palestinos. Benjamín Netanyahu declaró en una entrevista concedida a la cadena Fox que «pueden irse, luego pueden regresar, pueden reubicarse y regresar. Pero hay que reconstruir Gaza». El problema es que en Gaza nadie confía en la palabra del primer ministro israelí.La Franja recibió al plan de Trump con una fuerte tormenta, la lluvia y el viento se llevaron por delante las tiendas de los gazatíes y convirtieron los campos para desplazados y las calles en lodazales con riesgo de epidemia.