Ante el reto de negociar el final de otro gran conflicto en Europa, el primer ministro francés, Georges Clemenceau, anticipó en 1919 que «hacer la paz es mucho más difícil que hacer la guerra». El \'peacemaker\' Donald Trump no ve tantas complicaciones. Después de tres de años de carnicería, el aprendiz de autócrata piensa que puede solucionar rápidamente la guerra de Rusia contra Ucrania . Sin importar los reparos de Zelenski y de los países europeos que hasta hace unos días pasaban por ser sus aliados.Desde la publicación en 1987 de su manifiesto fundacional –\'The Art of the Deal\'– Trump presume de ser un consumado negociador. Sin embargo, en su apresurado esfuerzo ha cometido un error de principiante: acceder desde un principio a las exigencias maximalistas de Rusia. Solamente al atolondrado hombre de Moscú se le podía ocurrir conceder como punto de partida el cambio de gobierno de Kiev, la soberanía rusa de los territorios conquistados, cero garantías de seguridad para Ucrania, levantamiento de sanciones, y respaldar a Putin en las instituciones internacionales.Mientras Trump se consume por ganar un Nobel de la Paz, Moscú maneja otros tiempos y ambiciones. Al verse tan increíblemente favorecido por la Casa Blanca , no es de extrañar que Putin quiera todavía más, redoblando sus esfuerzos por derrotar a Ucrania tanto en el campo de batalla como en la mesa de negociaciones. El resultado de tanta precipitada incompetencia puede ser una guerra todavía más sangrienta y larga. Noticia Relacionada estandar Si Más de 100.000 millones para Ucrania, en peligro: Trump puede cortar toda la ayuda militar de golpe David Alandete | Corresponsal en Washington Según cifras oficiales, la cantidad total de fondos asignados por Estados Unidos a Ucrania y países afectados por la guerra es de 182.000 millones de dólaresMientras que Trump dice que quiere acabar lo antes posible, su coleguita ruso insiste en resolver las «causas profundas» de la guerra. Es decir, un acuerdo que impida a Ucrania entrar en la OTAN, limite su fuerza militar y conceda a Rusia derecho de pernada sobre su política nacional. Junto con una retirada de la Alianza Atlántica de Europa central y oriental, sin descartar futuras agresiones. El «tú lo quieres, tú lo tienes» de Trump a Putin no parece que vaya a terminar pronto con la tragedia de Ucrania, por mucho que se envuelva en pelotazo instantáneo.