La decisión de la presidenta Claudia Sheinbaum de enviar un representante a la toma de protesta de Nicolás Maduro ha generado resquemor en el cuerpo diplomático mexicano. Días atrás la mandataria calificó a Maduro de «progresista» y dijo que su gobierno tendrá presencia el próximo viernes en Caracas, donde el heredero de Hugo Chávez apunta a juramentarse para un nuevo periodo de cinco años a pesar de que ello sea producto de un proceso electoral signado por las irregularidades.Noticia Relacionada estandar Si Maduro rompe con Paraguay y Chile retira a su embajador en Caracas Ludmila Vinogradoff | Corresponsal en Caracas Los embajadores de la Unión Europea decidieron no asistir a la investidura del mandatario chavistaEmbajadores y cónsules mexicanos se han dado cita esta semana en la Ciudad de México para su encuentro anual. Allí, según pudo conocer ABC, se han manifestado diversas opiniones de corte crítico sobre la decisión de Sheinbaum de validar la toma de protesta de Maduro.El actual embajador de México es Caracas, quien representará al Gobierno, es Leopoldo de Gyves un histórico político de izquierdas en el estado sureño de Oaxaca y que tiene fuertes nexos con toda la cúpula chavista.Entre los diplomáticos domina la tesis de que México no puede avalar a un mandatario emergido de un fraude. En dichos círculos creen que el canciller Juan Ramón De la Fuente tiene un entendimiento similar pero que no quiere chocar con Sheinbaum por Venezuela para evitar una situación como la de Colombia, donde el canciller de Gustavo Petro ya dijo que nadie del gobierno debería acompañar a Maduro.Los diplomáticos señalan además que Maduro desairó al Gobierno mexicano cuando le prometió a Andrés Manuel López Obrador que iba a mostrar las actas de las elecciones del pasado julio y las actas no aparecieron.López Obrador, en represalia, nunca quiso reconocer el triunfo de Maduro y dijo que este debía transparentar los resultados de su supuesto triunfo frente a Edmundo González.Cerca del canciller sostienen que Sheinbaum no quiere romper con Maduro para que Venezuela acepte recibir a los migrantes venezolanos que sean deportados por Trump y cuyo primer destino será la frontera con México.