Un satélite fuera de control va camino de colisionar con nuestro planeta. Se trata del satélite de observación terrestre ERS-2, de la Agencia Espacial Europea, puesto en órbita en 1995. Se espera que su reentrada en la atmósfera se produzca el miércoles y que la mayoría de sus fragmentos se quemen en el trayecto.