A mediados de junio, cuando habían pasado pocos días del arrasador triunfo de Claudia Sheinbaum en las elecciones presidenciales en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) organizó una cena en un hotel céntrico para la que citó a todos los gobernadores de su partido Morena. Ya acomodados los mandatarios estatales en sus puestos, llegaron a la velada López Obrador y Sheinbaum. Según pudo reconstruir ABC, se trataba de festejar el triunfo de la primera mujer en gobernar el país. Pero en realidad, el celebrado fue López Obrador. Sheinbaum fue casi una actora de reparto en ese encuentro en el cual el presidente dio su visión del futuro del país y su sucesora casi no emitió palabra. Era el preludio de lo que venía.Sheinbaum iniciará su Administración este martes sumamente condicionada por López Obrador. El presidente decidió ejercer su poder hasta el minuto final y en las semanas que le quedaban en el cargo modificó la Constitución, inquietó a los mercados, colocó más de treinta personas en el Gabinete de Sheinbaum y, ya sobre el final, descarriló la relación bilateral con España al vetar a Felipe VI en la toma de posesión del 1 de octubre.La próxima Administración comenzará con una dualidad muy palpable para quienes circulan por el espinel de la política y los negocios: por un lado, Sheinbaum totalmente alineada con su antecesor; y por el otro lado, un grupo de funcionarios de corte pragmático que intentarán que la nueva presidenta se separa cuanto antes de López Obrador y comience a ejercer su autoridad.Noticia Relacionada estandar Si López Obrador descarriló el intento de Sheinbaum por restablecer las relaciones con España Milton Merlo | Corresponsal en Ciudad de México El presidente presionó a su sucesora para no invitar a la Corona porque el Rey no se ha disculpado sobre lo sucedido en el 1500Este sector lo conforman el futuro ministro de Exteriores, Juan Ramón De la Fuente; el de Hacienda, Rogelio Ramírez De la O; el de Seguridad, Omar García Harfuch ; y el futuro secretario (ministro) de Economía, Marcelo Ebrard. Todos inquietos por un predicamento de López Obrador sobre Sheinbaum que luce imparable.Distanciarse de AMLOEl pasado lunes por la noche Ebrard, un político de centro-izquierda de corte pragmático y que gobernó la Ciudad de México entre 2006 y 2012, se reunió con algunos de los principales empresarios para tranquilizarles sobre el futuro de una economía que luce presionada por el déficit fiscal y el temor de los inversores a la reforma del Poder Judicial que López Obrador impuso hace tres semanas. La respuesta de los ejecutivos fue la esperable: mientras Sheinbaum no se distancie del presidente será difícil recuperar la confianza.Y es que los consejos y las recomendaciones de López Obrador lo son todo para Sheinbaum. En la última semana de junio la próxima mandataria estaba diciendo quien sería su secretario de Gobernación, el encargado de ejercer toda la política doméstica. Según pudo conocer ABC, en el plan original estaba que este cargo fuera para Mario Delgado, dirigente nacional de Morena y el principal operador de la campaña de Sheinbaum.Además de imponer varios nombramientos, López Obrador le ha pedido a la nueva presidenta que mantega a su chóferTodo iba en esa dirección hasta que el presidente invitó a Sheinbaum a un almuerzo en Palacio Nacional. Allí le preguntó qué cargo le iba a dar en el nuevo gobierno a Rosa Icela Rodríguez, actual secretaria de seguridad, muy vilipendiada en la opinión pública por su desempeño en un parea sensible. Sheinbaum replicó que lo estaba analizando. El presidente le dijo que tenía que ser una buena posición y le pidió que la nombre en Gobernación. Sheinbaum respondió que allí iba a ubicar a Delgado pero el presidente insistió con Rodríguez. Corolario: los primeros días de julio Rodríguez fue designada en Gobernación y Delgado en Educación, para donde Sheinbaum, por cierto, tenia otro candidato. Una situación que plasma lo ocurrido en la confección del nuevo gabinete y que va desde las principales secretarías de Estado a las cuestiones más accesorias, como la última petición del presidente a su reemplazante: que le mantenga el cargo a su chófer.Poco margen de maniobraCon la reforma judicial también fue evidente el poco margen de maniobra de Sheinbaum. A comienzos de septiembre, una vez que el paquete de leyes que establece que los jueces se voten en elecciones abiertas se aprobó en la Cámara de Diputados, Sheinbaum organizó una reunión con el presidente con el secretario de Hacienda Ramírez De la O. En ese encuentro Ramírez De la O, un técnico muy respetado por los bancos y las agencias calificadoras de riesgo, explicó que la reforma iba a paralizar las inversiones, ya que afectaba la seguridad jurídica y esto iba a afectar la recaudación, dato no menor si se considera que el déficit ronda el 5%.En México los mandatarios han sido muy poderosos y han ejercido el cargo desde su triunfo electoral, no ha sido el caso de SheinbaumLa presidenta electa pidió tiempo para matizar la reforma y que esta fuera votada ya una vez comenzado su gobierno. Pero López Obrador no cedió, dijo que la reforma judicial era un mandato popular y en veinte días quedó aprobada. Por cierto: la semana pasada Ramírez De la O intentó renunciar al cargo, pero Sheinbaum lo convenció de que se quedara en su administración.Detalles y escenas que dan cuenta de una transición atípica para la historia mexicana. En 2018, cuando López Obrador ganó las elecciones, el entonces presidente Enrique Peña Nieto lo invitó a una serie de reuniones de trabajo y luego, rápidamente, paso a un segundo plano y se fue a vivir a Madrid. En 2006, cuando Felipe Calderón reemplazó a Vicente Fox, a las pocas semanas de haber ganado las elecciones le anunció a todo el gabinete que nadie permanecería en el cargo y que esperaba colaboración para los nuevos designados. En 1994, Carlos Salinas de Gortari solo le pidió a su sucesor, Ernesto Zedillo, por cinco personas para su futuro gabinete.alotroladodelcharco_0723En este país, como ha reseñado a lo largo de las décadas el escritor Enrique Krauze, los presidentes han sido muy poderosos y han ejercido el cargo prácticamente desde la noche de su triunfo electoral. Esa tradición ahora languidece con Sheinbaum, que para salir a escena deberá esperar a portar la banda presidencial.Además de imponer varios nombramientos, López Obrador le ha pedido a la nueva presidenta que mantega a su chófer