Las polémicas declaraciones de Trump sobre la «responsabilidad de Kiev» en el inicio de la guerra y la supuesta pérdida de confianza de Zelenski sí tuvieron una respuesta esta vez. El presidente del país invadido, que se había mantenido comedido y cauto en todas sus declaraciones públicas, ha reaccionado. «Desafortunadamente, el presidente Trump, con todos mis respetos para él como líder de una nación que respetamos enormemente, vive en una burbuja de desinformación», afirmó el mandatario ucraniano en una comparecencia ante los periodistas en Kiev. Zelenski está convencido que la «desinformación rusa» está detrás de las afirmaciones de Trump. Y esta declaración causó enfado en la Casa Blanca. Pocas horas después, el presidente de EE.UU. calificó a Zelenski de «dictador sin elecciones», que debería «actuar rápido o no le quedará país» en un mensaje publicado en redes sociales. Según una encuesta del Instituto Internacional de Sociología de Kiev, la aprobación de Zelenski es de un 57%, y no del 4% como ha dicho Trump. La contestación de Trump corrió como la pólvora por redes sociales causando indignación en el país, que encara el cuarto año de guerra. Las tensiones en las relaciones entre Kiev y Washington se producen tras el acercamiento de la Administración Trump al Kremlin. El jefe de Estado de Ucrania mira ahora hacia Europa. Zelenski confirmó este miércoles a mediodía contactos con sus homólogos occidentales. «He iniciado negociaciones con los líderes europeos y creo que estarán dispuestos a financiar las Fuerzas Armadas de Ucrania si EE.UU. no lo hace». A última hora de la tarde, Zelenski volvió a insistir en la necesidad de establecer garantías de seguridad para su país. «Ucrania necesita una amplia representación de países europeos, incluidos el Reino Unido y Turquía, y los EE.UU., en este proceso». El mandatario ucraniano no hizo ninguna alusión al mensaje de Trump.Noticia Relacionada estandar Si Trump llama a Zelenski dictador y le acusa de aprovecharse de Estados Unidos David Alandete | Corresponsal en Washington «Se niega a realizar elecciones, tiene una aprobación muy baja en las encuestas y lo único en lo que ha sido bueno es en manipular a Biden», declaró el presidente estadounidense en redes socialesLas controversias entre Europa, Ucrania y EE.UU. se precipitaron desde la conversación telefónica entre Trump y Putin hace menos de una semana. Los ánimos no mejoraron en Ucrania después de quedar excluidos de la reunión de alto nivel entre las delegaciones de EE.UU. y Rusia en Riad. «Siento que EE.UU. ayudó a Putin a salir de años de aislamiento a lo largo de la invasión a gran escala. No estamos frustrados. Estamos preparados para cualquier cosa», señaló Zelenski, quien pidió al equipo de Trump «sinceridad» y manifestó que los «rusos están» contentos tras el encuentro, mientras Kiev no encuentra nada «positivo».El ministro de Exteriores de Ucrania advirtió desde su cuenta de X de que «el pueblo ucraniano y su presidente se han negado a ceder a la presión de Putin. Nadie puede obligar a Ucrania a rendirse. Defenderemos nuestro derecho a existir». Por su parte, Zelenski manifestó tras una conversación telefónica con el secretario general de la OTAN que «antes de cualquier posible negociación, todos los socios deben tener claro que unas garantías de seguridad sólidas son la prioridad para una paz duradera». Visita de Kellogg a UcraniaEn este clima de malestar y crispación, Keith Kellogg, enviado especial de Trump para Ucrania, llegó este miércoles a Kiev. En su agenda están previstos encuentros con el presidente de Ucrania, que anunció que llevaría a Kellogg al frente con altos militares y otros funcionarios del Gobierno. Kellog dijo a su llegada a Kiev que parte de su misión es escuchar: «Estamos dispuestos a proporcionar lo que sea necesario. Entendemos la necesidad de garantías de seguridad… Luego regresaré a EE.UU. y hablaré con el presidente Trump para asegurarme de que entendemos todo correctamente». El jefe de la Oficina Presidencial de Ucrania, Andrii Yermak, fue uno de los primeros en conversar con Kellog. Yermak reiteró que el fin de la guerra debe alcanzarse mediante una «paz justa» y puso especial énfasis en la importancia de establecer «una asociación estratégica integral con EE.UU., que abarque garantías de seguridad y una mayor cooperación económica y de defensa».