Unos 10.000 migrantes, muchos de ellos haitianos, acampaban ayer debajo de un puente en la ciudad Del Río, en Texas, y el alcalde local reclamó “una acción rápida” del gobierno federal para evitar que la crisis humanitaria se agigante.
Los migrantes en el improvisado campamento eran 2.000 a comienzos de la semana pero ya son unos 10.500 desde anoche, detalló el alcalde Bruno Lozano.
“Son principalmente de Haití e ingresan de manera ilegal. Están esperando ser detenidos por los guardias fronterizos” para iniciar los trámites de autorización de estadía, explicó Lozano en un video en Twitter.
El alcalde demócrata, que explicó que los migrantes llegaron tras cruzar el río Grande —que divide México de Estados Unidos—, dijo que la zona requiere “una acción rápida del gobierno” federal por los riesgos para la salud y la seguridad que representa este campamento improvisado.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP en inglés), en tanto, aseguró en un comunicado que había aumentado su personal para enfrentar la situación de manera “segura, humana y ordenada”, según la agencia de noticias AFP. El área de sombra debajo del puente internacional sirve como sitio de parada temporal contra los efectos del calor, indicaron.