Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Recibí las notificaciones

DESBLOQUEAR NOTIFICACIONES

Siga estos pasos para desbloquear

Internacionales

Trump abandera una nueva fiebre de las criptomonedas… y hace caja

«Vamos a ganar un montón de dinero para el país». Donald Trump estaba exultante después de estampar su firma hace unos días en su primera orden ejecutiva relacionada con las criptomonedas. Fue en el Despacho Oval, en medio del bombardeo de decretos que el nuevo presidente ha presentado para dar la vuelta a EE.UU. como un calcetín.Noticia Relacionada estandar No Deepseek en el punto de mira: Microsoft investiga si la IA china robó datos de OpenAI para su entrenamiento Javier Palomo Un informe señala que un grupo de individuos entró a las tripas de ChatGPT y recabó información de manera ilegal para la startup asiáticaEsa firma era la confirmación de la promesa que Trump ha significado para el sector de las criptomonedas. Sus protagonistas han pasado de ser unos parias para las elites financieras y políticas a tener como abanderado al presidente y comandante-en-jefe de Estados Unidos. Con Trump llega una fiebre del oro –o de los bits– en las criptomonedas. Y él, para escándalo de algunos, ha corrido más que nadie.En los días previos a la investidura de Trump, Washington se llenó de gas y fiestas para celebrar el regreso al poder del multimillonario neoyorquino. Es decir, para mostrar adhesión a Trump, coger posiciones en la nueva Administración, promover intereses. Una de las más sonadas fue la Crypto Ball, un fiestón para 1.500 personas –la entrada más barata costaba 2.500 dólares– en el grandioso auditorio Andrew W. Mellon. Allí actuaron, entre otros, los raperos Snoop Dogg –no se pierde un negocio– y Rick Ross. En la comida, bocadillos de centollo –una de las delicias del noreste de EE.UU.– y un guiño al nuevo presidente : hamburguesas y patatas fritas de McDonald\'s.El ambiente era de euforia entre los ejecutivos e inversores del mundo cripto, embutidos en sus esmóquines y vestidos largos. El comienzo de una «era dorada» para Norteamérica –la que Trump prometería tres días después en su discurso de investidura– ya era para ellos una realidad. Desde el final de la campaña electoral del año pasado, cuando Trump ganaba enteros como favorito para la victoria en las urnas, el valor de las principales criptomonedas se elevó . Y desde la noche del 5 de noviembre, cuando Trump celebró su triunfo, se ha disparado. En la mañana de la investidura, bitcoin batió su récord de valuación, casi 109.000 dólares, una subida de cerca del 50 por ciento desde la noche electoral. Trump era saludado como el «primer criptopresidente».Del negocio del ladrilloToda una transformación para Trump , un multimillonario de la vieja escuela, que hizo su fortuna con un negocio tan tangible como el ladrillo, muy alejado de la complejidad de \'blockchain\' y del mundo cripto. De hecho, hace no tanto, en 2021, consideraba las criptomonedas «una estafa» y decía que la única divisa que hay que reforzar era el dólar.En la campaña de 2024 dio un bandazo para seducir al dinero del sector. Prometió desregular, dar facilidades, eliminar restricciones. El mundo cripto venía de una relación azarosa con la anterior Administración, la de Joe Biden, y lo abrazaron. Con millones para su campaña, claro.Un decreto presidencial revolucionario El nuevo decreto busca promocionar la adopción de criptodivisas en Estados Unidos: el sector se regulará y protegerá a los mineros de bitcoin«Hay que tener en cuenta que durante los últimos cuatro años nos sentimos realmente atacados por el Gobierno», dijo la semana pasada en el World Economic Forum de Davos (Suiza) Brian Armstrong, consejero delegado de Coinbase, uno de los gigantes del sector: «Utilizaron como arma la falta de claridad en las normas» .Todo ha cambiado con Trump. En esa firma de órdenes ejecutivas estaba acompañado por David Sacks, el tecnólogo al que ha nombrado como su \'zar para inteligencia artificial y cripto\'. «Bajo tu liderazgo, vamos a convertir a EE.UU. en la capital mundial cripto», le dijo Sacks al presidente. «Vamos a trabajar en un marco legal para que la industria cripto tenga la claridad que ha estado pidiendo y pueda florecer en EE.UU.», añadió.El decreto presidencial busca, en esencia, promocionar la adopción de criptodivisas en EE.UU: se formará un \'cripto consejo\' para desarrollar regulación; se protegerá a los mineros de bitcoin y a los desarrolladores de software que Trump ha dicho que han sufrido «persecución». Además, Trump hizo un llamamiento al Departamento del Tesoro, Comisión del Mercado de Valores (SEC, en sus siglas en inglés) y a la Comisión del Mercado de Futuros para que evalúen la posibilidad de que el Gobierno profundice en la acumulación de criptodivisas como parte de sus reservas. Como colofón, la SEC hizo un anuncio determinante el mismo día de la firma de la orden ejecutiva: la eliminación de una norma contable, conocida como SAB 121 , aprobada durante el mandato de Biden, que complicaba la adopción de criptomonedas en las entidades financieras. El Congreso votó el año pasado la eliminación de la norma en una propuesta de ambos partidos, pero Biden la vetó, lo que desincentivó a la banca a la hora de apostar más por el sector.«No creo que nadie pudiera haber imaginado un resultado mejor que el obtenido en las últimas 48 horas», reaccionó en un entrevista con CNBC Bill Gurley, consejero delegado de Benchmark, una inversora de Silicon Valley, en referencia al tiempo transcurrido entre la jura de cargo de Trump y la adopción de las primeras medidas procripto. El nuevo presidente daba una capa de legitimidad e institucionalidad a un sector que todavía no ha acabado de salir de su época del \'salvaje Oeste\'.Por todo eso y más brindaban ufanos los pesos pesados del sector en aquella fiesta previa a la jura, algunos tocados con gorras rojas con el lema \'Make Bitcoin Great Again\', una referencia al \'Make America Great Again\' (\'Hacer a EE.UU. grande de nuevo\'), el lema del ascenso político de Trump. Aquello fue el viernes 17 de diciembre y, entre copas y saludos, pocos se enteraron de lo que ocurrió a las 21.00 horas de la noche: Trump, a pocas horas de convertirse en presidente de EE.UU., emitió un \'meme coin\', una \'moneda meme\'.La volatilidad de un memeUn \'meme coin\' es, en esencia, una criptomoneda de broma, sin una utilidad tecnológica o financiera real. Pero su valor puede dispararse en función de la demanda y del interés del \'meme\' –una imagen, un chiste, una tendencia en internet– que representan. Su valor depende del \'hype\', de la fiebre que despierten, no de su valor tecnológico o financiero. Por lo tanto, son muy volátiles y muy especulativos.Para Trump –¿hay alguien en el mundo con más \'hype\' que él?– se convirtieron en un negocio brutal. Su \'meme coin\' se llama $Trump y tiene una imagen en blanco y negro del presidente de EE.UU., con el puño en alto y con la leyenda \'Fight, fight, fight\', \'Luchad, luchad, luchad\', las palabras que pronunció tras sufrir un intento de asesinato el pasado julio en un mitin en Pensilvania.Trump emitió su \'meme coin\' con un precio de 6,5 dólares. «¡Mi nuevo meme oficial ya está aquí! Es hora de celebrar lo que defendemos: ganar», compartió Trump a sus millones de seguidores en redes sociales. «Únete a mi comunidad especial Trump, compra tu $Trump ahora». El furor por el presidente y las ansias especulativas de algunos llevaron a $Trump a los 75 dólares (72,3 euros) el 19 de enero, la víspera de su investidura. Sobre el papel, la revalorización del \'meme coin\' suponía que Trump veía su fortuna dispararse: una empresa digital controlada por su compañía familiar, la Trump Organization, controla el 80% de la divisa disponible de $Trump. Su cartera de su propio \'meme coin\' estaba valorada en decenas de miles de millones de dólares. «Es el meme digital más de moda de la tierra», celebraba Eric Trump, uno de los hijos del presidente.Eso no fue suficiente para los Trump. Poco después, Melania, la primera dama, emitía su propio \'meme coin\'. Otra criptomoneda salió con el nombre \'Ivanka\', pero la hija del presidente tuvo que salir a desmentir que ella estuviera detrás. Visto el éxito especulativo de los Trump, hasta uno de los reverendos que dio la bendición al nuevo presidente tras su jura en el Capitolio, Lorenzo Sewell, trató de aprovecharse de la atención y sacó su propio \'meme coin\'.Como ocurre de forma habitual con estos \'meme coins\' especulativos, el valor de $Trump se despeñó poco después. Este fin de semana, se cambiaba por menos de 20 dólares (19,3 euros). Por el camino, muchos inversores incautos perdieron dinero. Mientras tanto, Trump, más allá del valor que pueda conservar su \'meme coin\', se ha embolsado cerca de 60 millones de dólares con las tasas de intercambio.Una operación redonda que, sin embargo, despierta cuestiones éticas y de conflicto de interés. Y que enfadó a muchos en el mundo cripto. A algunos que estaban en aquella fiesta, porque se perdieron el anuncio y la oportunidad de especular. Pero muchos otros lo ven como un problema para el sector: en lugar de la credibilidad que necesitan las criptomonedas, el \'meme coin\' de Trump representa su cara más burda e inestable.Es una «moneda-estafa»«Dirás que soy de la vieja escuela, pero creo que los presidentes deberían centrarse en gestionar el país, no en lanzar monedas-estafa», escribió en X Nic Carter, un inversor tecnológico que estuvo en la fiesta de Washington y que ha defendido que el \'meme coin\' de Trump ofrece la sensación de que la desregulación que abandera el presidente tiene interés personal.Pese a las críticas, el mundo cripto verá el episodio del \'meme coin\' como poco más que un traspié. Eso no va a impedir una nueva era cripto a la sombra de Donald Trump, con oportunidades magníficas de hacer mucho dinero.

Dejá tu opinión sobre este tema

Noticias destacadas

Más noticias

Te puede interesar

Newsletter

Suscribase a recibir información destacada por correo electrónico

Le enviamos un correo a:
para confirmar su suscripción

Teclas de acceso