Donald Trump ha anunciado este miércoles que va a confinar a indocumentados con antecedentes delictivos en la cárcel de la base naval de Guantánamo, donde quedan 15 de los detenidos durante la llamada guerra contra el terrorismo, algunos de ellos los ideólogos de los atentados terroristas contra Nueva York y Washington de 2001.El presidente de Estados Unidos ha dicho que el penal en la base, en la isla de Cuba, tiene capacidad para 30.000 personas , y que ha dado indicaciones a las Fuerzas Armadas para que preparen la recolocación allí de indocumentados a los que no se pueda repatriar. No se ha anunciado, por ejemplo, si las dictaduras de Venezuela y Cuba aceptarán repatriaciones.El presidente ha reunido a la plana mayor de su gobierno en un escenario al que se acostumbró en su primer mandato y en el que está cómodo: un discurso solemne en la Sala Este, ante el retrato de George Washington, flanqueado por militares uniformados ante el sello presidencial. Su regreso a los grandes y solemnes anuncios con toda la parafernalia presidencial.Anunciaba el presidente la promulgación de la Ley Laken Riley, que endurece las deportaciones y restricciones migratorias en Estados Unidos, facilitando la expulsión rápida de inmigrantes indocumentados con antecedentes delictivos.Se llama así en honor a Laken Riley, una estudiante de enfermería de 22 años que fue asesinada en febrero de 2024 en Georgia, por un inmigrante indocumentado llegado de Venezuela. Su caso ha sido destacado por republicanos, incluido Trump, para justificar el cierre fronterizo y las deportaciones masivas.Trump se ha rodeado también de los padres de Riley, que han estado presentes en la firma y han recibido el aplauso de los presentes.Trump se ha jactado de que se ha impuesto a Colombia y ha logrado que ese país acepte la repatriación de indocumentados tras resistirse a que se hiciera en vuelos militares. «Hasta nos han facilitado el avión presidencial», ha dicho con satisfacción.Desde su regreso al poder, Trump ha intensificado las repatriaciones , con una cuota de 1.500 deportados diarios. Además, ha aumentado las redadas, parte de las cuales ha dirigido personalmente su equipo directo: la secretaria de Seguridad Nacional Kristi Noem y el coordinador de política fronteriza, Tom Homan. Los dos estuvieron presentes en la Casa Blanca este miércoles.En su punto máximo, la prisión de Guantánamo llegó a albergar a 780 detenidos , la mayoría capturados tras los atentados del 11-S. Desde su apertura en 2002, han pasado por el centro alrededor de 800 prisioneros, muchos sin cargos formales ni juicio.Uno de los intentos más relevantes de procesar a los detenidos ocurrió en 2009, cuando la administración de Barack Obama intentó trasladar a Khalid Sheikh Mohammed, el presunto cerebro del 11-S, y otros acusados a Nueva York para ser juzgados en tribunales civiles.Sin embargo, la fuerte oposición política y el temor a riesgos de seguridad llevaron al Congreso a bloquear cualquier traslado a suelo estadounidense, frustrando así la posibilidad de un juicio fuera de las comisiones militares de Guantánamo, que se celebran en la misma base.
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