Donald Trump ha llegado a un acuerdo con la dictadura de Nicolás Maduro por la cual esta se compromete a «recibir de regreso en su país a todos los inmigrantes ilegales venezolanos que estaban acampados en Estados Unidos, incluidos miembros de la banda Tren de Aragua ». Este anuncio del presidente de Estados Unidos en redes sociales es llamativo porque no hace referencia únicamente a venezolanos que sean acusados o hayan sido condenados por graves delitos. No incluye tampoco las habituales críticas a la dictadura por parte de Trump en su primer mandato. El viernes, el enviado especial de Trump, Ric Grenell, viajó a Caracas, se vio con el dictador y otros jerarcas como Jorge Rodríguez, y volvió con seis detenidos estadounidenses de la dictadura. Trump dijo que su prioridad es rescatar rehenes estadounidenses y acelerar las repatriaciones.Noticia Relacionada estandar Si Cúcuta, la «tierra prometida» de los venezolanos que huyen de la dictadura de Maduro Ymarú Rojas | Enviada especial a Cúcuta (Colombia) La ciudad colombiana se ha convertido en refugio de quienes escapan de la crisis y la represión del chavismo, que se perpetúa tras el fraude electoralAdemás, la Administración de Trump ha revocado el llamado Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) de 600,000 venezolanos que habían seguido los procedimientos legales para vivir y trabajar en Estados Unidos. A pesar de haber llenado formularios, pagado tarifas de hasta 500 dólares y esperado meses para obtener este amparo, el gobierno anunció que serán sujetos a deportación a partir del 10 de septiembre. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem , justificó el miércoles la decisión alegando que «la política de deportaciones solo afecta a quienes se encuentran ilegalmente en el país», aunque la medida contradice la distinción que el propio gobierno hacía entre migrantes irregulares y aquellos que seguían las reglas establecidas. El TPS fue otorgado a los venezolanos en 2020 bajo la administración Trump debido a la crisis humanitaria y el régimen dictatorial en Venezuela, que ha sido objeto de investigaciones por crímenes contra la humanidad. Este estatus se basa en la premisa de que ciertos países enfrentan condiciones que impiden el retorno seguro de sus ciudadanos, como es el caso de Ucrania, Haití y Siria. La revocación repentina de este amparo deja en la incertidumbre a miles de venezolanos que habían confiado en el sistema migratorio estadounidense, reflejando un giro drástico en la política migratoria del nuevo gobierno. \'Agenda cero\'La dictadura recibió a Grenell con banderas estadounidenses, y ha publicado un comunicado en el que ofrece la llamada \'Agenda Cero\', que «permita el inicio de una nueva etapa en las relaciones bilaterales y la defensa de los derechos e intereses irrenunciables de Venezuela». Se da la circunstancia de que Maduro está imputado en Estados Unidos por narcoterrorismo, y que la justicia ofrece 25 millones de dólares por pistas que permitan dar con su captura. Desde que ganara las elecciones, Trump ha renunciado a verse directamente con el ganador de los comicios venezolanos en julio, Edmundo González , y ha rehusado pedir, como hacía en su primer mandato, la marcha de Maduro del poder. La relación entre Washington y Caracas ha estado marcada por tensiones en los últimos años. Durante su primer mandato, Trump implementó una política de máxima presión contra el régimen de Maduro, imponiendo sanciones que afectaron sectores clave de la economía venezolana, especialmente el sector petrolero. Estas medidas buscaban forzar una transición democrática en Venezuela que, sin embargo, no se produjo. Más recientemente, tras las elecciones fraudulentas de julio de 2024 que permitieron a Maduro asumir un tercer mandato, Estados Unidos y la Unión Europea impusieron nuevas sanciones a funcionarios venezolanos, en respuesta a acusaciones de represión y manipulación electoral. Reactivar el diálogoLa visita de Grenell también se enmarca así en una estrategia de reactivar el diálogo entre Washington y Caracas, algo que ya intentó la Administración Biden. En 2022, el principal asesor de la Casa Blanca para América Latina, Juan González , encabezó una misión de alto nivel a Venezuela, aunque su acercamiento generó polémica: obtuvo la excarcelación de 10 estadounidenses pero a cambio le dio a Maduro a sus sobrinos, condenados por narcotráfico, y a su testaferro, Alex Saab, procesado por fraude y evasión de sanciones. Biden también levantó las sanciones al petróleo venezolano. Durante su carrera, Grenell ha sido un aliado destacado de Trump, habiendo ocupado cargos importantes como embajador en Alemania y director en funciones de Inteligencia Nacional. Su historial en negociaciones sensibles, incluida su participación en contactos informales con el chavismo en 2020, lo posiciona como una figura clave en la política exterior estadounidense en temas relacionados con Venezuela. Mauricio Claver-Carone , encargado de América Latina en el Departamento de Estado, ha sido claro en que el contacto con Maduro no debe interpretarse como una concesión. Según Claver-Carone, la postura de Trump respecto a Venezuela sigue siendo la de «no reconocer elecciones fraudulentas y exigir un cambio democrático real, con la liberación inmediata de los rehenes estadounidenses y la repatriación de delincuentes e indocumentados».