Donald Trump ha anunciado la imposición de aranceles recíprocos a varios países que aplican esos mismos impuestos a productos importados estadounidenses. La medida afectará especialmente a la Unión Europea, sobre todo en sectores clave como el automotriz.«Si fabrican sus productos en Estados Unidos, no habrá aranceles», dijo el presidente norteamericano.Actualmente, la UE impone un arancel del 10% a la importación de automóviles estadounidenses, en contraste con el 2,5% que aplica Estados Unidos a los vehículos europeos. Esta política europea responde a las medidas proteccionistas de Trump y busca proteger su mercado interno.En una medida previa, la administración Trump impuso aranceles del 25% sobre las importaciones de acero y aluminio, afectando principalmente al bloque europeo y a países como Canadá, México, Brasil, China y Taiwán.En enero, Trump ya impuso un arancel del 25% a todas las importaciones de México y Canadá, argumentando que estos países no cooperaban lo suficiente en materia migratoria y en la lucha contra el narcotráfico. Además, la medida busca fortalecer la industria estadounidense y reducir déficits comerciales. Sin embargo, tras la caída de los mercados financieros, suspendió temporalmente estos aranceles por un mes.Trump también impuso un arancel adicional del 10% a las importaciones chinas, justificándolo como una medida para combatir lo que considera prácticas comerciales desleales y reducir el déficit comercial con Pekín. Esta acción se enmarca en una estrategia más amplia de presión comercial y geopolítica.Las políticas arancelarias de Trump han generado un aumento de tensiones en las relaciones comerciales globales, provocando temores de represalias y de un impacto negativo en la economía mundial.Durante su primer mandato, Trump impuso múltiples aranceles con el objetivo declarado de proteger la industria estadounidense y reducir déficits comerciales. En marzo de 2018, anunció aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio, alegando razones de seguridad nacional. Inicialmente, Canadá, México y la Unión Europea estuvieron exentos, pero posteriormente se les aplicaron estos aranceles. La UE respondió con medidas similares sobre productos estadounidenses como motocicletas y whisky. Biden, al asumir la presidencia, reemplazó estas tarifas por un sistema de cuotas.La guerra comercial con China también marcó su primera administración. Trump impuso aranceles a productos chinos por miles de millones de dólares, alegando prácticas desleales. Pekín respondió con aranceles a bienes estadounidenses, afectando sectores clave como la agricultura. Biden, en su mandato, mantuvo la mayoría de estos aranceles.Las tensiones entre Estados Unidos y la Unión Europea se intensificaron cuando la UE presentó desafíos legales ante la Organización Mundial del Comercio y aplicó aranceles en represalia. Trump amenazó con imponer tarifas adicionales a productos europeos, en especial automóviles, lo que llevó a constantes negociaciones sin que esas medidas se materializaran hasta ahora.Ahora, el equipo encargado de comercio de la Casa Blanca debe calcular uno a uno qué aranceles aplica cada país, y diseñar una respuesta idéntica. La decisión coloca a la Unión Europea en una posición vulnerable, especialmente en sectores estratégicos como la automoción y la industria farmacéutica. Además, el sistema de IVA europeo, con una media del 22%, ha sido señalado por la Casa Blanca como un obstáculo adicional al comercio, lo que podría convertirse en otro frente de disputa.