La fundación vaticana Populorum Progressio financiará 168 proyectos en 23 países de América Latina y el Caribe para contribuir con los efectos a corto y mediano plano de la pandemia del COVID-19.
“Ante esta crisis de proporciones globales que estamos viviendo, estos proyectos pretenden ser un signo tangible de la caridad del Papa, así como un llamamiento a todos los cristianos y personas de buena voluntad para practicar cada vez mejor la virtud de la caridad y la solidaridad, asegurándose de que durante esta pandemia ‘nadie se quede atrás’, como el Santo Padre el Papa Francisco ha pedido”, indicó una nota vaticana.
En esta línea, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral informó este 4 de agosto que el Consejo de Administración de la Fundación Populorum Progressio se reunió el 29 y 30 de julio en forma telemática para “analizar las consecuencias causadas por la pandemia de coronavirus en la región de América Latina y el Caribe”.
En tal reunión, se seleccionaron 138 de los numerosos proyectos de desarrollo social que se centran “principalmente en los que tienen por objeto contribuir a mitigar sus efectos a corto y mediano plazo, desarrollados por las comunidades y regiones más necesitadas” además de otros 30 proyectos “de ayuda alimentaria, ya en funcionamiento, fueron aprobados por el Consejo de Administración en junio, en respuesta a una petición del Papa Francisco, en virtud de la colaboración entre la Fundación y la Comisión Vaticana COVID- 19”.
Según describió la nota vaticana, la reunión de la fundación Populorum Progressio fue presidida por el arzobispo de Arequipa (Perú), Mons. Javier del Río Alba, quien es el presidente de la Junta Directiva, y por el P. Luis Ferney López.
El presidente de la Fundación, Cardenal Peter Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral, al que está encomendada la Fundación, intervino en la reunión “para agradecer y animar a sus miembros a seguir trabajando con dedicación y entusiasmo en nombre de quienes necesitan su apoyo en esta difícil situación”.
Además, en la reunión intervino el secretario del Dicasterio, Mons. Bruno- Marie Duffé, quien en su mensaje destacó que “no se trata de prepararse para el futuro, sino de preparar el futuro” y citó al Papa Francisco para recordar que “la caridad de la Iglesia debe ser un testimonio de fe y esperanza y la solidaridad debe ayudarnos a transformar el miedo en esperanza”.