Una pila común contamina 3.000 litros de agua, una alcalina –recargable- 175.000 y una micropila 600.000. Una persona consume 25.000 litros en toda su vida y que en sólo 15 días un pila deja el agua tan negra como la tinta, según información de la ONG Ecovolta.
Por ello es necesario su reutilización y estudiantes de la Escuela Técnica Fray Luis Beltrán están trabajando en este problema socioambiental. A través de la Cátedra Gestión Organizacional de la Tecnicatura en Gestión y Administración de Organizaciones, se realiza un proyecto sociocomunitario para reciclar estos materiales, trabajo conjunto con las áreas de Química y Construcción.
Según explicó la profesora Teresa Ascoaga, en una botella de plástico se colocan entre 5 y 6 pilas neutralizadas que luego se utilizan como bloques, también conocidos como pi-ladrillos. Actualmente son 17 los jóvenes que integran el proyecto.
"El objetivo es crear el hábito de guardar las pilas y no desechar como residuo domiciliario", indicó la docente a los medios de comunicación, tras reunirse con el ministro de Coordinación y Planificación, Horacio Ortega. Actualmente, se guardan los bloques para la construcción del muro de la escuela y otros proyectos comunitarios.