En la previa del Día del Padre, los comercios de la calle Junín estuvieron repletos de gente. En una recorrida realizada ayer se pudo observar el comportamiento de los consumidores y los comerciantes en una fecha clave. La ansiedad por volver a los festejos familiares masivos se choca con la delicada situación sanitaria.
Ayer, se detectaron 251 casos positivos de COVID-19 en la ciudad de Corrientes, mientras que el total de activos es de 1.947.
Pese a este contexto, mucha gente programa la celebración familiar del Día del Padre en los hogares correntinos.
En la mañana de ayer, en la peatonal Junín, se observó una “marea humana” que reflejaba las ansias de la gente de festejar esta fecha especial, a tal punto de no medir las consecuencias sanitarias.
El intenso frío reinante, tampoco fue un impedimento para que una multitud invadiera las calles céntricas. Adultos mayores, jóvenes y niños, abrigados con camperas, bufandas y gorras de lana, salieron para realizar sus compras con el objetivo de homenajear a papá.
Pese a los protocolos, algunos comercios estuvieron al borde de la delgada línea entre el respeto y el incumplimiento de las medidas sanitarias.
Durante la semana pasada, hubo un repunte de ventas en la mayoría de los negocios del centro capitalino. Los locales se aggiornaron para la fecha y exhibieron vidrieras en alusión al Día del Padre. En algunos casos, hubo ofertas para la ocasión.
Uno de los factores que propició las compras es el cobro del aguinaldo en varios sectores laborales, lo que generó una inyección de dinero.
Ayer, el ritmo de ventas fue más intenso que durante la semana. La mayoría de los locales de la peatonal Junín y las calles transversales, contaron con una buena presencia de consumidores.
Los rubros indumentaria masculina, electrónica y regalería, fueron de los más visitados por estos días.
En la víspera, se observó también que en algunos locales comerciales, la gente debió hacer fila en las veredas. “Para este Día del Padre, muchos adelantaron las compras, teniendo en cuenta que comenzaron a pagar el aguinaldo; parte de ese dinero se volcó a los comercios y la gente salió a comprar, pero hoy, vinieron a buscar el regalo para papá”, dijo Karina, encargada de una regalería céntrica. Época
