Los desfiles Crucero siempre son una invitación para las firmas a buscar localizaciones espectaculares que hagan soñar tanto a público como crítica. Dior ha viajado hasta Escocia y, más concretamente, hasta el Castillo Drummond. Se trata de un guiño a monsieur Dior que tras crear el New Look se embarcó en un viaje por todo el mundo para hacer conocer su trabajo.
El resultado es una colección que ha cautivado y ha hecho soñar de nuevo donde la evocación, la nostalgia y la belleza han estado presentes y donde Chiuri nos ha hecho volver a emocionarnos.
Las 5 claves para entender el desfile Crucero 2025 de Dior
1. El escenario: Escocia
Y, más concretamente, el castillo escocés de Drummond. Maria Grazia Chiuri ha tomado como punto de partida los impresionantes jardines de este lugar para mostrar el poderío de la casa Dior. Nada menos que 89 modelos han bajado sus escaleras de piedra para mostrar una de las colecciones de la casa más espectaculares de los últimos tiempos.
2. Bucear en los archivos de la casa
Desde que llegó a la maison, Maria Grazia se ha empeñado de manera muy personal en bucear en los archivos de la casa, más concretamente en el trabajo del propio monsieur Dior. En esta ocasión, la diseñadora ha tomado como punto de partida un viaje en el que se embarcó Dior para presentar su trabajo, tras crear el New Look y hacerse mundialmente famoso. Entre sus destinos estaba el salón de baile del Hotel Gleneagles en 1955.
3. Revisitar el estilo escocés
Como no podía ser de otra manera, el tartán ha sido una especie de hilo conductor del desfile. Se trata de un print que el propio Dior quiso usar en sus primeras colecciones. "Es la única tela de fantasía que resiste a la moda", llegó a decir. Maria Grazia también lo ha utilizado en algunas de sus colecciones, dándoles un toque punk y un halo mucho más rebelde.
Como suele ser habitual y ya ocurrió en Sevilla, por ejemplo, la italiana quiso colaborar con artistas locales. Con la escocesa Samantha McCoach colaboró para crear algunas faldas escocesas y también se utilizaron materiales locales para crear la mayor parte de las piezas.
4. La noche es romántica
Si el día estaba protagonizado por el tartán, la noche es romántica, etérea y evocadora. Los vestidos con bordados realizados a mano eran los protagonistas, sublimados hasta el infinito con todo tipo de detalles, cascadas de collares, mangas abullonadas medievales, encaje negro, cinturones de herrajes...
Chiuri también marcó su sello propio dando preferencia al negro y blanco, dos tonalidades con las que se siente particularmente cómoda y que ha convertido en una de sus señas de identidad.
5. Los accesorios y otros detalles que recorrieron la colección
Como todo desfile de Dior, los accesorios han cobrado un papel fundamental. Por ejemplo, la chaqueta Bar era reversionado con tejidos de caza masculinos y un cinturón. Pero, además, hemos visto botas altas, partes de prendas que simulaban mallas medievales y un despliegue de joyas de ensueño, desde collares labrados hasta espectaculares anillos y pendientes que podrían estar en el joyero de María Estuardo.
Otro de los guiños del desfile fue la pasión de Chiuri por reivindicar el feminismo, de ahí que en muchas de las prendas viéramos adjetivos como "luchadora", "histérica", "emocional" o " mandona", todas palabras con las que según la diseñadora nos han llamado a todas alguna vez en la vida.
Un plus, el final del desfile
Para culminar el desfile, varios gaiteros escoceses desfilaron por la pasarela con atuendos tradicionales, tocando una melodía muy melancólica para cerrar un espectáculo que volvió a hacer soñar al mundo de la moda.
Fuente:https://www.telva.com/pasarelas/2024/06/04/665dc85001a2f1ef7b8b4598.html
