Uno de los temas centrales de Cuéntamelo todo es la amistad y su evolución a lo largo de los años. Strout reflexiona sobre cómo las conexiones profundas entre las personas se ven afectadas por el paso del tiempo y por las circunstancias de la vida. En esta entrevista, la autora nos habla de lo que significa para ella la amistad, la importancia de la escucha y la empatía, y su mirada sobre el mundo actual.
La trayectoria literaria de Strout es impresionante. Su primera novela, Amy e Isabelle, recibió elogios de la crítica y fue adaptada al cine. Sin embargo, fue con Olive Kitteridge que alcanzó reconocimiento mundial, obteniendo el Premio Pulitzer en 2009 y siendo adaptada a una aclamada miniserie de HBO. Desde entonces, esta mujer esbelta y elegante, ha conquistado el corazón de sus numerosos lectores con otras obras memorables como Los hermanos Burgess, Me llamo Lucy Barton y Todo es posible, cada una profundizando en las complejidades de las relaciones humanas y la vida en pequeñas comunidades.
Strout mantiene una conexión profunda con su tierra natal, reflejando en sus novelas la atmósfera y los desafíos de la vida en Nueva Inglaterra. Cada flor, cada olor, cada paisaje, lo describe de tal manera que el lector siente que forma parte de esa comunidad de vecinos. Su habilidad para dar voz a las experiencias internas de sus personajes, combinada con una prosa elegante y precisa, ha resonado en lectores de todo el mundo, convirtiéndola en una narradora esencial de la literatura contemporánea.
"Es posible hacer nuevos amigos de mayor, pero es más difícil"
- La amistad es un tema clave en su novela. ¿Qué significa para usted?
- Desde hace muchos años, valoro profundamente la amistad, y cuanto mayor me hago, más la atesoro. Es algo maravilloso tener a alguien que te ha conocido desde pequeña, que conoció a tus padres y ha sido testigo de tu vida. Las amistades superficiales están bien, pero una verdadera amistad es muy difícil de encontrar. Es posible hacer nuevos amigos de mayor, pero es más difícil. Catherine, mi amiga a la que le dedico esta novela, mi primera lectora siempre me dijo que sentía que era demasiado mayor para hacer nuevas amigas. Me pareció interesante, porque yo era un poco más joven en ese momento. Y, sin embargo, llevamos siendo amigas durante 40 años y eso es algo muy importante para mí.
- En la novela también habla mucho sobre la soledad. ¿Cree que, en cierto modo, todos estamos solos?
- Sí, lo creo. Hay una parte de cada persona que no comparte con nadie, ni siquiera con sus mejores amigos. Siempre hay pensamientos o sentimientos que guardamos para nosotros mismos, y eso puede hacer que nos sintamos solos. Pero los libros pueden ayudar. Recuerdo que, cuando era niña y leía, a veces pensaba: "¡Uy, yo también he pensado esto!". Saber que alguien más ha sentido lo mismo puede reducir ese sentimiento de soledad.
- Un concepto muy interesante en su libro es la figura del "sin-eater", alguien que carga con los pecados y angustias de los demás. ¿Hasta qué punto la empatía puede convertirse en una carga?
- Es una gran pregunta. Algunas personas son extremadamente empáticas por naturaleza, como Bob Burgess, un personaje de la novela. No pueden evitar asumir el dolor ajeno, incluso sin darse cuenta. Y eso tiene un coste emocional, porque llevan sobre sus hombros los sentimientos de los demás. Son un tipo de personas que difícilmente pueden cambiar, llevan los problemas de todo el mundo a cuestas y no son muy conscientes de ello. Creo que Bob no lo sabría si Lucy no se lo hubiera dicho.
- La relación entre Lucy y Bob es extraordinaria. Amistad con un amor incondicional. Eso no es fácil lograr.
- Es una amistad muy especial. Son dos personas maduras que se aceptan tal como son, y eso es raro. Él la entiende completamente, y ella a él. Saber escuchar es una habilidad que se está perdiendo. Ahora todo se reduce a mensajes de texto y redes sociales, y estamos en peligro de perder esas conexiones cara a cara, lo cual es muy triste. Creo que es una amistad preciosa la que tienen y me ha gustado mucho escribir sobre ellos y desarrollar esa relación, Tenemos que abrirnos más a la gente y mantener relaciones mucho más cercanas. No podemos perder eso. Creo que las redes nos hacen perder muchas cosas, la capacidad de escucha, ya no llamarnos y enviarnos solo un mensaje... Están peligrando las relaciones cara a cara.
Fuente:https://www.telva.com/cultura/2025/02/22/67b8448d02136eae2b8b457e.html