"La felicidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos", afirma la frase más conocida de estoico Marco Aurelio. Nuestros pensamientos y emociones hablan de nosotros y de la manera en que interpretamos la realidad. También la manera en que nos enfrentamos a lo que nos ocurre cada día. Las palabras que utilizamos las mujeres son herramientas muy eficaces para cambiar nuestro cerebro. Como afirma el neurocientífico Mariano Sigman en su último libro: El poder de las palabras, "las palabras que usamos -por ejemplo- para describir cómo nos sentimos tienen, en si mismas, el poder de influir en nuestro estado de ánimo, de volverse profecías autocumplidas. Merece la pena tratar de usarlas con precisión, reparando en los matices. Puede que, en lugar de sentirte "fatal", solo tengas sueño o hambre".
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