Laura Ponte te recibe en su taller, detrás del icónico Paseo de la Castellana de Madrid. Llegas a su casa y parece un museo. Lámparas en tamaño XL con forma de flor, cuadros, elementos decorativos. Algún jarrón con flores quiero recordar… Y dos sofás en los que te sientas hasta que llega la modelo para hablar. Ese es el proceso de cualquier novia cuando llega a su paraíso, esa preciosa casa en la que se ve su personalidad hasta en la terraza. Un proceso que se convierte en charla y en la que, en cualquier momento, parece que te van a servir un vino.
LAURA PONTE, DE MODELO DE ÉXITO A DISEÑADORA de novias
La modelo, tantas veces portada de TELVA, ahora es diseñadora de novias y en cada una de ellas expresa toda su creatividad. Sus novias son siempre originales y claras representantes del lujo silencioso, porque no hay muchas fotografías de ellas en redes sociales o en las revistas, pero conectan con el carácter de Laura, que te puede recibir con unos vaqueros de Ynés Suelves y una camisa masculina y otro día con un pantalón de algodón y un forro polar. Pero sigue siendo ella.
Aún recuerdo cuando la conocí en un showroom de la calle Monte Esquinza, en la que fui una joven becaria que llevaba la comunicación de varias de las marcas de ese espacio, entre las que estaba su firma de joyas, tan art decó y tan distinta. Sus looks oversized son los mismos que ahora. Igual que esas lámparas que daban luz a ese espacio gris y que ahora decoran su casa. Laura Ponte sigue siendo igual que siempre.
EL PROCESO DEL VESTIDO DE NOVIA, ESPECIAL
¿Cómo es su proceso? La modelo te puede preguntar por alguna falda de Zara que te encante, que te puede servir como base, o un tejido, o algo que tengas en tu armario que se pueda reutilizar. La magia puede surgir de cualquier parte. O puede ser que no tengas nada y te dejes llevar, y Ponte de repente aparezca con un trozo de tela que encontró en alguna parte, un pañuelo o incluso una camisa suya.
Laura es fuente de creatividad y esa magia se cose en su taller, en ese equipo de costureras que hacen sus deseos realidad. A Ana, su modista que trabaja en casa, se la conoce cuando vas a esa estancia en la que un espejo XL te recibe y estás rodeada de multitud de telas mágicas, colocadas de tal manera que parece la parte de un atrás de un teatro. No hay nada colocado, o sí, hay un desorden mágico. Una estancia pegada a su salón donde sucede la magia y en la que las novias se prueban sus trajes.
NOVIAS CLÁSICAS Y NOVIAS ORIGINALES
Son muchas las novias clásicas que pasan por su taller. Jóvenes que deciden algo más arriesgado o creativo pero que se dejan llevar por "el que dirán". Pero también hay mujeres que confían en las sensaciones de la diseñadora y que logran crear el vestido de su vida con alguien que tiene tanta experiencia en la moda. A pesar de que, ha asegurado para esta revista, que no le gustan demasiado los desfiles. Será que ahora sus novias no desfilan y desfilan en su casa…
Fuente:https://www.telva.com/novias/bodas/2024/10/26/671c191701a2f10e4d8b4581.html
