Laura Lusuardi está sentada frente al ordenador en una mesa de la biblioteca que la compañía tiene en su sede de Milán y que cuenta con 4.000 libros, 350 revistas internacionales actuales y 3.000 publicaciones periódicas desde principios de los años noventa. Uno de los últimos proyectos personales de la coordinadora de moda del grupo Max Mara, junto al enorme archivo histórico que es hoy el corazón y ADN de una herencia fidedigna y que ella preserva con mimo.
Lusuardi se conecta con TELVA vía Zoom un viernes a las 14 horas, después de concluir las maratonianas semanas de la moda en Milán y París. Hija de uno de los primeros minoristas de Max Mara en los años 60, Laura conoció a Achille Maramotti fundador de Max Mara con solo 18 años. Sabía que no quería seguir estudiando, así que su padre le puso en contacto con Maramotti para labrarse un futuro en la industria textil. "Cuando la moda estaba dominada por modistos franceses, cuyas creaciones iban dirigidas a las mujeres más ricas, él quería vestir a una mujer elegante pero normal, a la que solía referirse como "la esposa del médico", recuerda Laura.
La gran dama del abrigo
Hoy, a la italiana se la conoce como la gran dama del abrigo, una pieza en la que sigue recayendo todo el peso del guardarropa invernal. "Recuerdo que mi primer abrigo de Max Mara en 1969, fue un trench que yo misma había diseñado para Sportmax. Por aquel entonces, con 18 años, era perfecto para mí. Pero creo que el abrigo adecuado evoluciona según tu edad y mis favoritos han sido, ni más ni menos, los que he llevado en los diferentes períodos de mi vida".
Sus años de experiencia y su pasión por el abrigo, casi elevado a categoría de objeto de arte, la llevaron en 2009 a crear Max Mara Atelier, y así poner también el foco en la investigación estilística de esta pieza. Para ello, se ensaya con volúmenes, pesos, cortes y materiales, con el objetivo de crear una verdadera "nueva alta costura" del abrigo.
"Los abrigos no son patrimonio exclusivo de Max Mara ni de esta colección Atelier, pero sí el cuidado por los detalles, esos que ves en el interior y en el exterior de cada uno de ellos. Esto es lo que resulta importante en esta colección, una especie de lujo privado, una belleza interior íntima que se revela solo a quienes se permiten el placer de llevar un abrigo así". Laura se refiere a bordados hechos a mano en color rojo y en los bolsillos internos, así como en forma de monograma con una M discreta bajo los cuellos de capas y abrigos, ocultos a cualquier ojo ajeno que no sea el de su propietaria.
Unas pinceladas de rojo
La casa de Reggio Emilia ha querido incluir unas pinceladas de rojo, inspirándose en las primeras ilustraciones de Max Mara de los años 50 y en el hilo de sastrería utilizado en su momento para las pruebas. Un hilo conductor que cose el patrimonio y el futuro, la tradición y la innovación.
"Para mí, el abrigo perfecto, y cuando digo perfecto quiero decir atemporal, es un equilibrio entre la idea, el tejido, la línea y la confección", dice Laura. Si estos cuatro elementos funcionan juntos, se consigue una pieza icónica. "Te voy a poner el ejemplo del modelo 101-801 creado en 1981. Ha permanecido idéntico y sigue siendo el más vendido en tiendas porque es perfecto en las proporciones, en la longitud... Es un verdadero objeto de diseño", subraya Lusuardi.
Confiesa que la próxima cita de su agenda es en París con varias clientas. "Me gusta asesorarlas porque todo nuestro trabajo está hecho pensando en quién es la mujer que lo puede comprar. Las suelo sorprender eligiendo el abrigo adecuado para cada una de ellas. Se miran al espejo y dicen: ¿pero cómo hiciste para acertar con el modelo exacto que me gusta y necesito?", dice entre risas.
¿Qué abrigo tiene en su armario?
Tener enfrente -aunque sea de forma virtual- a una de las mujeres que más sabe de abrigos del mundo resulta tentador. Especialmente, si se le puede preguntar qué abrigo tiene ella en su armario para este invierno. "Tengo varios de Atelier, me gustan mucho los que no llevan botones. Mi preferencia son los modelos muy ligeros, muy envolventes. Son abrigos un poco tipo cárdigan y siempre de cashmere. En mi opinión resulta fundamental también que esta prenda te dé seguridad..."
La presentación de la colección Atelier que se hizo en Venecia para la prensa tuvo lugar en el espacio Olivetti: "Hay una conexión muy fuerte entre Maramotti y Olivetti. Fue curioso descubrir que en Olivetti, la "Lettera 22" -uno de las máquinas de escribir más célebres- era roja, cuando él también había usado este color. Resultó muy bonito ver esa conexión y cómo, de golpe, todo encajaba. Cuando eso ocurre, sabes que vas por el buen camino", concluye Laura.
Fuente:https://www.telva.com/moda/tendencias/2024/12/06/67505a8502136e19a88b45bb.html