En Por si un día volvemos (Planeta, 2025), la última novela de María Dueñas, seguimos los pasos de Cecilia, una joven que, tras un conflicto familiar que la empuja al límite, abandona su hogar y se embarca rumbo a Argelia. Es un viaje físico y emocional, una huida que se convierte en descubrimiento y en reinvención. En una tierra extraña, atravesada por sus propias tensiones, Cecilia trata de reconstruirse mientras el pasado sigue latiendo a su espalda. Con la cadencia serena que caracteriza su prosa, Dueñas nos ofrece otra historia de mujeres que caminan al borde, que se caen, que se levantan, y que no dejan de buscar su lugar en el mundo.
Dueñas regresa con una novela emocionante que abarca treinta años de nuestra historia, una historia inédita, que tiene como escenario la Argelia de principios del siglo XX, un tema poco conocido en nuestra historia y que da pie a una profunda reflexión sobre la identidad, la lucha por la supervivencia y el amor.
"Cecilia representa a muchas mujeres de su época que tomaron decisiones difíciles en momentos de gran adversidad"
- María, en Por si un día volvemos describes un fenómeno histórico muy poco conocido, que es la emigración española a Argelia. ¿Qué te motivó a contar esta historia?
- Conocía la historia de la presencia española en Argelia, digamos por dos vías, por la esquina sureste, por Cartagena, que son los que viajaban desde allí, por la esquina horizontal del norte de África, de Marruecos, del protectorado. Yo sabía que habían estado allí los españoles formando parte de aquella comunidad que después fue llamada Pieds-noirs, muy considerable en Francia, pero que aquí sabíamos poco de ella, y que desde luego, desde la perspectiva de la literatura contemporánea, no se había tratado prácticamente nada. Siempre tuve la sensación de que había un material novelesco muy interesante ahí, desde hace mucho tiempo. pero bueno, se me han ido cruzando otras historias, me he ido en otras direcciones, hasta que por fin en esta sexta novela he dicho, venga, ahora sí, vamos a por ella. Por eso, decidí crear un personaje como Cecilia Belmonte, que se ve arrastrada a Argelia buscando una vida mejor, pero que pronto se encuentra con los retos de vivir en un lugar extraño, en un contexto político y social completamente diferente al suyo.
- Tu protagonista, Cecilia Belmonte, es una mujer fuerte, decidida, pero también vulnerable. ¿Cómo la construiste y qué simboliza su historia?
- Cecilia representa a muchas mujeres de su época que tomaron decisiones difíciles en momentos de gran adversidad. Ella es una mujer que se ve obligada a reconstruir su vida, no solo porque se ve enfrentada a las circunstancias de la emigración, sino porque además tiene que superar una gran pérdida personal. A lo largo de la novela, se muestra cómo la vida la va transformando, cómo el dolor y las dificultades la hacen más fuerte, pero también cómo la añoranza de su hogar y la soledad le pesan. Es una mujer valiente, pero también llena de contradicciones y de miedos, como todos nosotros. De alguna manera, su historia es un reflejo de la lucha constante de aquellos que se ven obligados a empezar de cero.
- En Por si un día volvemos, el contexto histórico juega un papel crucial. Hablamos de los años 20 y 30, cuando Argelia estaba bajo el dominio francés, y la novela también abarca los años de la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial. ¿Cómo integraste estos elementos históricos en tu narración?
- La historia de Cecilia no puede entenderse sin ese contexto histórico. Ella llega a Argelia en un momento de gran convulsión política y social. Al principio, su vida parece tranquila, pero pronto se ve arrastrada por los cambios que se avecinan, tanto a nivel mundial como en la propia Argelia. Es importante destacar cómo estos grandes eventos, como la Guerra Civil Española, influyen no solo en los personajes, sino en las decisiones que toman. La guerra no es solo un tema que se menciona de pasada, sino que tiene un impacto directo sobre las vidas de todos. La Segunda Guerra Mundial también está en el horizonte, y todo ello le da una dimensión más profunda a la novela. La historia personal de Cecilia se entrelaza con estos grandes eventos, que le dan una relevancia mucho mayor.
- La novela no solo trata de emigración, sino también de la identidad y de cómo la historia de una persona puede verse definida por las circunstancias históricas. ¿Es este un mensaje que deseas transmitir?
- Sí, la identidad es un tema que me interesa profundamente. Cada uno de nosotros construye su identidad a lo largo de la vida, influido por la familia, por el entorno y, sobre todo, por los momentos históricos que nos tocan vivir. Cecilia, como muchos de sus compatriotas, llega a Argelia con la esperanza de encontrar una nueva vida, pero también tiene que enfrentarse a la cuestión de quién es realmente cuando se ve fuera de su país y en una cultura ajena. No es una historia sobre el "exilio", sino sobre la forma en que una persona se adapta y se reinventa. Los emigrantes se ven forzados a buscar nuevas formas de entenderse a sí mismos, pero siempre llevan consigo una parte de su pasado. Al final, la historia de Cecilia es también la de muchas personas que, a lo largo de los años, se han tenido que adaptar a un mundo nuevo.
- Por si un día volvemos llega con una tirada inicial de medio millón de ejemplares. ¿Qué esperas que los lectores encuentren al leer tu novela?
- Lo que espero es que los lectores se conecten con la historia y con los personajes, y que, al terminar, se lleven consigo una reflexión sobre lo que significa ser emigrante y sobre cómo las historias personales se entrelazan con la historia global. Quiero que se pregunten sobre el papel que juegan los recuerdos y la nostalgia en la vida de una persona, y cómo esos sentimientos pueden moldear decisiones y destinos. Espero que, al final, los lectores se sientan cercanos a Cecilia, que comprendan su lucha y su fuerza, y que se lleven consigo el mensaje de que, aunque las circunstancias nos cambien, siempre tenemos la capacidad de reinventarnos.
- ¿Cecilia fue un personaje que te vino rápidamente a la cabeza, la visualizaste así de potente desde el arranque hasta su evolución?
- Sí, yo quería una mujer que siguiera su patrón y su ritmo, pero teniendo en cuenta algo que yo sabía desde el principio, que es que iba a tener una prolongación muy larga en el tiempo, porque en casi todas mis novelas anteriores las protagonistas tienen un recorrido más corto, todo sucede en unos años, un grupito de años, un puñado de años o unos meses incluso como en Las hijas del capitán, o casi unas semanas en La templanza. Aquí son treinta y tantos años, entonces yo quería una mujer para darle un arco vital casi completo entre la joven, medio asalvajada, que conocemos al principio, carente de todo, de alfabetización, de educación, proveniente de un entorno miserable, hasta la mujer que despedimos al final, que es una empresaria que tiene que abandonarlo todo para escapar de aquel momento histórico.
Fuente:https://www.telva.com/cultura/2025/04/19/67fe326602136e215a8b459a.html