Es la última tendencia dentro de la industria del maquillaje semipermanente y ya son muchas las mujeres que se animan a probarla. Un recurso perfecto para lasque quieren cejas bien definidas y densas pero, a la vez, prolijas.
Habrás escuchado mil veces las frase: “Las cejas son el marco de la cara” y, sibien puede sonar a lugar común, debemos admitir que se trata de una gran verdad. ¿Quién no suena con tenerlas simétricas, bien tupidas, con un tono parejo y el arqueado más natural? Para lograr este objetivo actualmente existe una técnica con excelentes resultados: microblading.
¿De qué se trata? Muy simple: es una técnica que permite redibujar las cejas para darles grosor, forma, color y definición, a través de un maquillaje semipermanente realizado pelo a pelo. “La idea es que el diseño de la ceja se adapte al rostro de cada persona.
Unas cejas como las de Juliana Awada
A mi consultorio llegan muchas mujeres que me dicen: “Quiero tener las cejas de Juliana Awada” y la realidad es que no todas pueden tenerlas porque no les quedarían bien. Entonces, mi trabajo consiste en mirar su rostro con detenimiento, tomarle mediciones muy exactas, seguir la columna natural de sus cejas y elegir un pigmento que sea el más indicado para su tono de piel.
Mi única misión es que las mujeres salgan felices y cómodas con el cambio, quiero que luzcan orgullosas sus cejas y no que las tapen con un frondoso flequillo”, asegura Gloria Urbieta, kinesióloga y especialista en microblading.
Su origen proviene del tebori, una técnica de tatuaje manual procedente de Asia, en la cual el pigmento o la tinta se implanta en la epidermis. Se realiza con una pluma metálica descartable –parece una lapicera- que aplica pigmentos hipoalergénicos en la epidermis con sutiles trazos que casi no se distinguen del pelo real.
“La sesión dura una hora y media. Y, una vez que tomé las medidas de la cejas y encontré la simetría perfecta, realizo el diseño con un lápiz negro, delineo y le pido que se mire al espejo para corregir, juntas, lo que consideremos necesario. Luego de debatir, llegamos a un acuerdo y comienzo a trabajar con la pluma y los pigmentos. Pero te diría que el diseño es clave”, explica Gloria.
Aunque parezca un detalle menor, elegir el tono del pigmento es todo un arte. “A veces veo hombres que se tiñen el pelo y las cejas del mismo tono y sufro mucho: Los avejenta enormemente y no se dan cuenta porque están felices con el simple hecho de taparse las canas. Las cejas SIEMPRE tienen que ser más oscuras que el pelo. Es ley. Por eso yo analizo muy bien el color de pelo de mi paciente antes de comenzar a aplicar elpigmento”, concluye Urbieta con determinación.
Otro dato importante? El microblading es ideal para aquellas mujeres que sufren escasez de pelo en las cejas y perdida de espesor -sea por exceso de depilación, problemas hormonales o por el paso del tiempo- pero también para chicas jóvenes que, simplemente, desean aumentar la densidad, oscurecer o retocar las cejas para potenciar su mirada.
A diferencia de la micropigmentación -que se aplica en una capa más profunda de la piel- el microblading se realiza en la epidermis, la capa de piel más superficial y eso tiene una gran ventaja: le da un aspecto mucho más natural a las cejas.
¿Duele? “Todas me lo preguntan”, confiesa Gloria y aclara: “No duele, es sólo una pequeña molestia. Algunos profesionales adormecen un poco la zona pero yo no creo que sea necesario porque hago mi trabajo con mucha delicadeza, estirando bien la piel y utilizando la presión exacta”.
Una vez finalizada la sesión, la paciente se llevará un jabón de glicerina a su casa para lavarse bien las cejas y aplicarse una crema suave hidratante antes de dormir pero no necesitará tener ningún otro cuidado en especial más allá de no exponerse excesivamente al sol.
Al cumplirse un mes del tratamiento, se realiza una segunda consulta en la que se harán pequeñas correcciones porque no todas las pieles reaccionan igual y, en algunos casos, la tintura toma mejor que en otros. “La piel de las mujeres muy blancas absorbe mejor que la de aquellas que tienen piel gruesa y grasa. Estas últimas necesitarán más retoque”. El tratamiento tiene una duración de un año o año y medio para todas las pacientes.
El microblading no está contraindicado en ningún caso en especial y puede realizarse en mujeres de cualquier edad pero no es aconsejable hacerlo durante el embarazo y la lactancia ni en pacientes con problemas de diabetes y tiroides, porque el pigmento podría degradarse con más facilidad.
Es una técnica simple y práctica que nos permitirá olvidarnos, para siempre, de las cejas despobladas y asimétricas.